Jengibre, la Raíz Milagrosa

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¿QUÉ ES EL JENGIBRE Y QUÉ CONTIENE?

El jengibre es una planta perenne de la familia de las Zingiberáceas. Su parte más conocida es su rizoma (raíz).

Esta planta tiene un alto contenido en fibra y en aminoácidos como la valina y la leucina (con importantes propiedades cicatrizantes) o la arginina, que estimula el sistema inmunológico. La fibra y el gingerol, también están presentes. Precisamente el gingerol es el componente que le da su toque picante, ya que es equivalente a la capsaicina, que es la sustancia que hace que los chiles piquen.

Además, de estos elementos también encontramos ácidos como el ascórbico (con propiedades antioxidantes) y ácidos linoleico y alfalinoleico, muy importantes para nuestra nutrición, por formar parte de la serie omega-3.

¿CUÁLES SON LAS PROPIEDADES DEL JENGIBRE?

Contraindicaciones: No puede tomarse si las afecciones del aparato digestivo, para las que resulta favorable, tales como: úlceras, gastritis, colitis o enfermedad de Crohn; están activas.

El jengibre, eliminando estas bacterias y otros organismo parásitos, evita la aparición de putrefacciones intestinales responsables de hinchazones abdominales y meteroismo, así como problemas intestinales. También, los gingeroles aumentan el peristaltismo intestinal, eliminando el estreñimiento. Esta planta tiene un poder antibacteriano muy eficaz, que cuida nuestra flora intestinal, proliferándola.

El jengibre, al fluidificar la sangre evita accidentes vasculares como:

En cuanto a la interferencia sobre los efectos de ciertos medicamentos, si el paciente toma medicación para la diabetes, o para problemas circulatorios, es conveniente que consulte siempre con un especialista, puesto que el jengibre reduce y altera los efectos de dichos fármacos.

FORMA DE ADMINISTRACIÓN:

El jengibre puede tomarse en diferentes presentaciones, esto es: fresco, seco o en polvo. Es conveniente que consulte a un especialista para que le indique la forma más adecuada según su caso, obteniendo así mejores resultados.

Habitualmente la forma más común de tomarlo es en infusión. Para preparar esta infusión utilizaremos 1 taza de agua y un trozo de jengibre, del tamaño de un diente de ajo, rayado. Pondremos agua a hervir y después incorporaremos el jengibre. Se puede añadir stevia, si se quiere endulzar (otra opción sería incorporar la miel, pero al final). Por último, dejaremos reposar durante 3 o 4 minutos.

También es habitual añadir manzanilla, naranja o limón a la infusión de jengibre.

Otras presentaciones del jengibre son el aceite esencial, el zumo o las cápsulas.

NOTA: El jengibre puede producir reacciones alérgicas en su uso tópico, provocando erupciones en la zona tratada y reacciones oculares. Cuidado si se le tiene alergia.

“Allah (Subhanahu wa ta’ala) no envió ninguna enfermedad sin que haya enviado también una cura. Sepa quien sepa o lo ignore quien lo ignore”

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