Elecciones en EE.UU; elecciones en China

Elecciones en EE.UU; elecciones en China

Luqman Nieto

Granada

Obama ha ganado las elecciones que le permitirán gobernar los EE.UU. cuatro años más. Dentro de un reñido resultado electoral, y aunque aún esté por determinar el recuento final, Romney sabe que ha perdido, aunque aún no haya reconocido la derrota. Cabe preguntarse ahora cuál será el resultado de esta victoria y cómo se manifestará en las políticas de este gobierno. Podemos augurar que aunque Obama tenga una tendencia menos belicista y más cívica-social, en terminos de políticas económicas no está en sus manos llevar a cabo grandes cambios ni reformas que tengan un impacto real en la sociedad; al igual que tampoco estaba en las manos de Romney. En palabras de un amigo americano con el que estuve hablando ayer sobre este tema me dijo: “Obama es el menor de dos males”.

Lo que está pasando casi desapercibido y que tiene tanta importancia como las elecciones de EE.UU., es el XVII Congreso del PCCh, el partido comunista que gobierna China. China es la súper-potencia que se propone igual a los EE.UU. en influencia geopolítica y macro económica, y por tanto nos debería interesar tanto lo que pasa allí como lo que pasa en los EE.UU., algunos analista hablan, otra vez (ya se usó el termino cuando la guerra fría) de ‘esferas de influencia’ y ‘mundo bipolar’.

Pero, ¿qué está pasando en China? Pues en breves palabras, y citando a el diario El País: “Relevo en el poder”, “Los ‘príncipes’ de la nueva China’ y ‘Comienza el reinado de los hijos de los fundadores de la República Popular, que ya copan la dirección de las regiones y de bancos y grandes empresas estatales’ (El País, lunes 5 de noviembre de 2012). En China está sucediendo lo que era de esperar, lo que Ibn Jaldún en su Muqaddimah define como el ciclo natural del poder: “Los padres conquistan, los hijos asientan y los nietos dilapidan”. Los hijos de lo dirigentes del victorioso Partido Comunista Chino en la Guerra de Civil, que finalizó en 1950, están heredando el poder de sus padres y consolidando su ‘imperio’. Pero más importante, es el fracaso de la ideología comunista y por ende de toda ideología: ¿cómo pueden pretender ser una republica cuando hay un poder hereditario?

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