Editorial n.º 22

Es algo habitual en esta publicación dedicar los artículos centrales del mismo a temas relacionados de forma directa con la economía. Las circunstancias y la especial situación de Siria nos han llevado a ocuparnos en el artículo central de este número del asunto en cuestión.

Hace unas semanas una delegación de la Comunidad Islámica en España visitaba el Estado de Catar, presentando proyectos a las diferentes instituciones de este país del Medio Oriente. Una noche del mes de Ramadán toda la actividad que realizaba nuestra delegación queda paralizada ante la situación de Siria y, solo en esa noche, se recaudan doscientos millones de euros destinados a las víctimas del conflicto. Este hecho ha sido la práctica común de gran parte de los países económicamente poderosos de la zona y, a pesar de los numerosos conflictos de los últimos años, esta vez renace con especial atención.

La situación geográfica de este país es un bocado bastante goloso para las diferentes fuerzas y poderes que tienen intereses en la zona. Estos intereses, que en muchos casos tienen connotaciones políticas o geográficas, tienen, sin lugar a dudas, su gran estandarte en los intereses económicos.

Todos los vecinos de la atacada nación siria son incapaces de actuar en aras de la solución del conflicto por miedo a que se destapen las cartas de sus propias intenciones y, como en tantas ocasiones, Occidente hace oídos sordos manteniéndose impertérritos ante la masacre de la comunidad musulmana. Sin mencionar la pasividad de Naciones Unidas. Se mira con ojos de deseo, pero no se interviene por miedo a ser culpables de lo que está pasando.

No es fácil dar consejo a gente que está siendo atacada con tal dureza, pero los musulmanes somos gente de consejo y debemos hacer dúas por la comunidad musulmana de siria y aconsejar a nuestros hermanos de esta zona que se vuelvan a Allah con sinceridad y recordarles que Allah no olvida a Sus siervos sinceros.

Pido a Allah que proteja y dé la victoria a los musulmanes. Amin.

El director: Malik A. Ruiz

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