Editorial n.º 20

Revoluciones y más revoluciones nos invaden por todo el mundo. A las que hemos oído llamar con el calificativo del 15M se suman las definidas como ‘los Indignados’, y cómo olvidar la famosa primavera árabe. Protestas y más protestas desde que estalló en esencia la crisis financiera y la situación de lo que se llama calidad de vida ha bajado su nivel.

Pero la cuestión es: ¿son realmente protestas con sentido, tienen orden y un objetivo o realmente son una cortina de humo para que no veamos la realidad de la situación en la que nos encontramos?

Toda acción, en especial las encaminadas a la defensa de los derechos, es muy loable y el campo de siembra donde se desarrolla una acción suele ser fértil. Acompañando a cada acción y de forma intrínseca debe estar el conocimiento. El conocimiento sin acción indica una falta de responsabilidad, y la acción sin conocimiento suele quedar en una mera anécdota al más puro estilo de una función de fuegos artificiales.

Quiero llamar la atención, lo percibiréis en diversas partes de esta publicación, sobre dos aspectos a reflexionar tras la cortina de humo. El primero de ellos tiene que ver con el uso de forma indiscriminada del término democracia. Incluso ha llegado a aparecer un grupo denominado Democracia Real YA. Como ejemplo de la realidad democrática podemos hablar de Grecia, donde, a pesar de las elecciones, la gestión del país se encuentra en manos de los banqueros; o España, donde hace unos días un afamado político, sin ningún pudor, indicaba que las reformas las estaban marcando los mercados. No hay que ser un gran especialista para entender que este sistema democrático, como tal, ha fracasado.

La segunda reflexión que me vais a permitir compartir tiene que ver con la existencia de los bancos. No los necesitamos, no los ha necesitado la humanidad a lo largo de la historia y han sido los causantes de las mayores desigualdades, desastres humanitarios y guerras de los últimos doscientos años. Me sorprende que no aparezca la idea de prescindir de esta institución.

Allah nos ha puesto en esta situación y en este momento de la historia para actuar, actuar con conocimiento y con taqwa. Tenemos una responsabilidad y ha llegado el momento de asumirla.

Pido a Allah que nos dé una intención correcta, amin.

El director: Malik A. Ruiz

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