Chipre en versión española

Luqman Nieto

Granada

Chipre tiene en vilo a la opinión pública de toda Europa y parte del extranjero. Tras la rotunda negativa del Parlamento chipriota se abre un periodo de incertidumbre.

En la cafetería dónde por la mañana suelo tomar café oigo al camarero comentar con un tertuliano usual: “¿Tú crees que eso puede pasar en España?”. Puede que el camarero no haya oído las declaraciones de Guindos, tampoco es que le hubiesen tranquilizado demasiado si lo hubiese hecho. A esto su interlocutor, mientras sorbe un poco de café se encoje de hombros. “No se” dice, “Pero lo que es a mí me van a quitar poco más si lo hiciesen”.

Puede que el último en hablar no tenga trabajo y esté a punto de acabársele la prestación. La subida del IVA, según Confederación española de organizaciones de amas de casa, consumidores y usuarios, teniendo en cuenta los grupos de gasto que contempla la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística (INE), y la diferente tributación de cada uno de éstos, el impacto en las economías familiares media de este incremento será, de media, 600 euros al año para cada familia. También puede que tenga hijos que van a la escuela y necesitan médicos. Los recortes en estos ámbitos sumaran a ese gasto anual. Esto conjunto con la rebaja de los sueldo (aunque nuestro amigo puede que no trabaje ya) y la inflación, la subida del transporte escolar y comedores y el añadimiento de tasas a mucho procesos burocráticos necesarios, tiene un impacto en la economía de una familia de clase media que posiblemente hayan hecho que a este hombre ya no le queden ahorros que gravarle. Tiene razón, al él que más le da, ya se lo han quitado de otra manera.

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