Yihad

Yihad contra el terrorismo económico

Dice Allah en Su libro: «Y aquéllos que luchan por Nosotros, les guiaremos por Nuestros caminos, y en verdad que Allah está con los que hacen el bien» (Sura de la Araña, 69)

Esta aleya expresa el significado amplio del yihad que incluye el esfuerzo por buscar el conocimiento de Allah, la defensa del Din de Allah  y la lucha que esto supone contra uno mismo, el Shaitán y los enemigos del Din. La referencia final a los que hacen el bien implica que este esfuerzo forma parte de la excelencia.

El Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “No he sido enviado sino para llevar a su plenitud las nobles cualidades de carácter”. Dentro de las buenas cualidades del carácter está hacer que la verdad prevalezca sobre la falsedad, que lo reconocido prevalezca sobre lo reprobable y que lo que ya es bueno se convierta en excelente.

El deseo de paz es una aspiración que forma parte de lo mejor del ser humano dentro de la búsqueda del bien y de la excelencia. La prohibición del asesinato se encuentra en la base del Mensaje Revelado. Dice Allah en Su libro: «Quien mata a una persona sin ser por otra o por haber corrompido en la tierra, será como si hubiera matado a la humanidad entera. Y quien le hiciera vivir, sería como hacer vivir a la humanidad entera.» (Sura de la Mesa servida, 5:32).

No obstante a lo largo de la historia de los profetas y de los mensajeros encontramos un factor común: Cuando el profeta o el mensajero lleva a cabo su misión de llamar a la gente a la adoración del Único Dios, surge un grupo que lo niega, lo persigue y lo combate.

En el caso del último de los profetas, Muhammad, al que Allah le dé Su gracia y paz, sucedió así: persecución al principio, en la etapa de Meca, y la orden de Allah de tener paciencia: «Y sigue lo que se te ha inspirado y ten paciencia hasta que Allah juzgue» (Sura de Yunus, 109). Emigración cuando la situación se hace insostenible, hacia un lugar (Medina) donde se pone en práctica el Din en todas sus dimensiones. La defensa de ese lugar, la expansión y la conquista de Meca finalmente.

Dice Allah en Su libro: «Y no dejaran de combatiros hasta hacer que os echéis atrás de vuestro Din, si pueden» (Sura de la Vaca, 217)

El término yihad alude a esta lucha para defender el Din de Allah y para hacer que la palabra de Allah prevalezca.

Hoy en día oímos la palabra yihad ligada a acciones que están prohibidas por la Ley Revelada y la trampa en la que se quiere hacer caer a los musulmanes, para neutralizar el carácter expansivo y transformador de su religión, es dividirlos en terroristas, cuando ni el término ni su realidad pertenecen al proceder de los musulmanes, o en ciudadanos demócratas que para demostrar su condena de la violencia, lo cual en sí mismo es loable, deben tolerar un sistema que los convierte, de hecho, en no musulmanes en aspectos esenciales de la vida.

La persecución en nuestros días es principalmente ideológica y la dominación esencialmente económica. El yihad debe dirigirse a este campo y ello requiere no poco esfuerzo y dar el máximo de uno mismo, elementos que están en el significado de la palabra.

El discurso pacifista, a pesar de la gente noble y bien intencionada que lo subscribe, ha sido aprovechado por algunos que no son precisamente pacifistas con el fin de neutralizar la capacidad de reacción del ser humano ante la agresión de un sistema injusto en cuya raíz está haber permitido y generalizado la usura, a la vez que el terrorismo es la respuesta nihilista que garantiza la supervivencia del mismo.

El profeta Jesús, sobre él la Paz, expulsó con autoridad y vehemencia a los mercaderes usureros que ejercían junto al templo. No hay paz sin justicia y no hay justicia sin verdad. Esto sí pertenece a la esencia del mensaje del Islam.

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