Snowden, justicia e imperio: ¿Por qué se arriesgan a hacer saltar la alarma?

Cartel de la película 'The Whistleblower' (El alertador)
Cartel de la película ‘The Whistleblower’ (El alertador). 2010

El estadounidense de 29 años, Edward Snowden, era un técnico cibernético que trabajaba para la NSA (agencia de seguridad nacional), la mayor agencia de espionaje del mundo. Después de atreverse a publicar datos secretos sobre la desenfrenada vigilancia pública de la NSA por todo el mundo, ahora tiene que temer por su libertad e incluso por su vida. Este caso reciente, en una serie de escándalos de denuncia de irregularidades, fue la causa de que el periódico inglés ‘The Guardian’ publicara un artículo sobre los motivos de estos denunciantes, citando la Biblia «La verdad nos hace libres». ¿Será pronto Dios el único tribunal de justicia que quede en el imperio de faraón?

http://www.guardian.co.uk/world/2013/jun/10/whistleblowers-snowden-truth-sets-free

El artículo de ‘The Guardian’ consiste en un serie de entrevistas con nueve denunciantes diferentes del Reino Unido y de los EE. UU. que se atrevieron a informar al público sobre los procedimientos escandalosos o criminales de las empresas u organizaciones en las que trabajaban. Vistos en detalle, los casos de estos nueve hombres y mujeres parecen ser bastante diferentes. Uno de ellos trabajaba en el MI5 (servicio de inteligencia de Reino Unido) y habló sobre las escuchas telefónicas ilegales del mismo; otra estaba empleada en el Departamento de Justicia de EE. UU.: filtró información de que después del 11-S fiscales estadounidenses interrogaron a un sospechoso americano sin permitirle a su abogado estar presente. Otro informante que trabajaba en la Oficina de Asuntos Exteriores de Reino Unido hizo público que el gobierno británico mintió sobre lo que sabía acerca de la práctica de procedimientos ilegales de EE. UU. en 2008. Un joven reportero del precio del gas perdió su trabajo cuando hizo público un escándalo criminal de fijación de precios de gas que afectó a miles de personas en Reino Unido.

Un trabajador indignado de un hogar para ancianos filtró que estas personas sufrían abusos y maltratos. De igual manera, una enfermera del NHS (Servicio nacional de salud británico) hizo público que entre 2005 y 2009 varios cientos de pacientes, posiblemente hasta 1200, murieron en un hospital de Reino Unido después de sufrir «negligencia, humillación y un cuidado lamentable»; otro denunciante alarmó a la población sobre los hospitales de Reino Unido que se estaban abarrotando de enfermos sin que nadie hiciera nada al respecto. Otro de los entrevistados que se atrevieron a hacer sonar la alarma trabajaba para la industria de armas de Reino Unido cuando fue testigo de corrupción y soborno a nivel estatal. El artículo de ‘The Guardian’ también menciona a un empleado de banca muy valiente que advirtió públicamente sobre los riesgos excesivos que su banco estaba tomando, incluso cuatro años antes de que la crisis bancaria golpeara al mundo en 2008.

Aunque cada caso es diferente en sus detalles, todas estas personas tuvieron una valentía extraordinaria para actuar de la forma en que lo hicieron. En palabras de uno de ellos: “Me he dado cuenta de que gran número de denunciantes son católicos como yo. ¿Se trata tal vez de nuestro incorporado código moral? Volver la cara y no hacer nada hubiera sido una cobardía moral. Pero ciertamente ha habido consecuencias. Hemos perdido una fortuna –mi trabajo, nuestro estilo de vida–. Nadie en la industria me contrataría. Yo era un tema demasiado caliente. Pregúntale a mi esposa lo que todo esto supuso para mi salud. Esto ha tenido consecuencias estresantes para mi mujer, mis amigos y mis hijos. Hemos tenido que vivir de nuestros ahorros y también ha causado que nuestra salud haya empeorado. No sólo pierdes tu trabajo cuando haces saltar la alarma».

Puede que no todas estas personas tengan una fe tradicional, así que queda por plantear una cuestión interesante: ¿Quién o qué les dio a estas personas la fuerza suficiente para correr el riesgo de perder su trabajo, su reputación y su bienestar? Cuando la corrupción alcanza un límite determinado, algunas personas, obviamente, son incapaces de seguir a la mayoría y dejarlo pasar.

La cuestión que permanece es por cuánto tiempo tendremos unos medios de comunicación lo suficientemente independientes para que de facto formen un “court of apeal” (tribunal de apelación) donde gente como esta pueda hablar con libertad y ser escuchada. Los «ciudadanos» de este «mundo libre» tienen obviamente poca confianza en las instituciones del Estado y sus representantes. Siempre y cuando un líder combata la corrupción en su reino, la gente estará a salvo. Pero hoy en día muchos dirigentes políticos han sido comprados para obedecer a unos oligarcas impulsados por la usura. Así que lo que normalmente sería una cuestión interna, ahora se ve obligada a buscar el resto de foros de interés público: los medios de comunicación. La creciente monopolización de los medios de comunicación en manos de los cada vez menos oligarcas de turno está reduciendo drásticamente la libertad de hablar y ser escuchados. Tan pronto como la verdad no vende desaparece de los medios de comunicación.

Entonces, ¿dónde huir de la ira de faraón? Snowden esperaba encontrar exilio en Islandia. Desde agosto de 2012 Julian Assange, el famoso denunciante de WikiLeaks, evitó la extradición y la cárcel al quedar auto-encarcelado en la embajada de Ecuador en Londres; Assange le recomendó a Snowden huir a América del Sur… ¿Tienen la libertad y el sentido común cabida tan sólo en una pequeña isla helada en el Atlántico o en un continente hasta ahora conocido por su inestabilidad política y social? La historia trata del apogeo y la caída de imperios. Parece que estuviéramos reviviendo los juicios proféticos de Musa (Moisés) y de Harun (Aarón) frente al imperio de faraón. Tal vez el hecho de que el faraón no haya aparecido todavía en nuestros días como una persona real podría ayudar a explicar por qué la herencia profética de Musa y de Harun para nuestro tiempo no ha sido plenamente reconocida por los oprimidos en el mundo no musulmán.

Más información sobre el tema:

http://es.awp.is, http://www.whistleblowersblog.org

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