‘Lobos solitarios’, o el debate de qué fue antes ¿el huevo o la gallina?

‘Lobos solitarios’, o el debate de qué fue antes ¿el huevo o la gallina?

Los incidentes en Boston y Woolwich son aborrecibles, de eso no hay duda; más allá de la autoría de los hechos, de los motivos o de las condiciones psicológicas de  los que los cometieron. El uso de ambos para desprestigiar el Islam también lo es, pero lo segundo se está convirtiendo en norma. Hay una tercera consecuencia de carácter general que afecta a toda la población, musulmanes o no, inmigrantes o no, y que se deriva de estos hechos, algo sobre lo que se dice poco pero que puede cambiar nuestra posición ante la justicia drásticamente.

Esta se divide en dos partes y surge a raíz de las leyes que se están aprobando en España y Europa, y posiblemente en el resto del mundo, para “combatir” estos actos. Para saber más busquen “lobos solitarios” en Google y vayan a “noticias”, allí encontrarán toda una lista de artículos en periódicos y páginas web hablando de las intenciones del ministerio del interior en España y de la Unión Europea al respecto.

Como decíamos, estas se pueden dividir en dos partes principalmente, la primera afecta más a musulmanes, aunque de ella también se pueden derivar otras consecuencias, y la segunda sienta precedente en la ley.

La primera es que para combatir al nuevo terrorismo, al de los “lobos solitarios”, si hasta ahora era necesario vincular el individuo a algún tipo de organización y otros individuos en su zona y etiquetarlo como ‘célula’ ahora esto ya no es necesario. Se puede detener a cualquier individuo aislado sin necesidad de que tenga una relación directa con ninguna organización de ningún tipo. Es decir, todos somos susceptibles de ser detenidos alegando que somos “lobos solitarios” y que por nuestras consultas en la web, o por otras razones de más o menos peso, se puede decir que estábamos preparando un atentado.

La segunda consecuencia, que sienta precedente en la ley, se deriva de la primera. Es decir, si podemos demostrar de manera más o menos convincente que dicho ‘lobo solitario’ preparaba un atentado podemos detenerle para prevenir que esto ocurra. Esto surge a través de la noticia de que a partir de ahora aquel que escuche a un imam radical dando un jutba o consulte una página web de contenido de este tipo estará cometiendo un delito. Esto sienta precedente en la ley porque alude al antiguo debate de si se puede detener a un criminal antes de que cometa su crimen. Es decir ¿se puede detener a un ladrón ante de que robe? Y si es así, ¿de qué se le puede acusar? Ya que aún no ha cometido el robo.

Si juntamos ambas leyes la conclusión es devastadora, y no solo para los musulmanes sino para la sociedad en general. Primero se puede acusar a un individuo de terrorista sin que tenga ninguna vinculación con ninguna organización y por consultar u oír ciertas cosas, y segundo se le puede detener, antes de que haya cometido ninguna acción, para prevenir que las cometa. Lo que nos define a todos como terroristas en potencia por cualquier causa, y a todos nos pueden detener.

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