Consejo de Sheij Edebali a Osman Ghazi, fundador de la Dawla Otomana

En un momento histórico donde aquellos que gobiernan se dan a todo tipo de corrupciones y en el cual hay una falta seria de gobernantes justos, merece la pena recordar consejos como este, dados a hombres cuya grandeza residía en que eran siervos de Allah, s.w.t.a. Más aún, este consejo es valido para todos nosotros, puesto que todos somos en esta vida gobernantes de algo en algún momento.

Osman Ghazi fue el fundador de la Dawla Otomana, vivió del 1258-1326 y su fuerza, coraje y servicio a los musulmanes, aunados con una pericia militar y política, hicieron que su estado perdurara por casi siete siglos y que fuese un modelo de sociedad harmoniosa y sofisticada.

Sheij Edebali fue un Sheij Sufí que vivió entre 1206–1326. Conoció al padre de Osman y fue mentor de este último. Sheij Edebali, entre otras cosas, le dio a Osman Ghazi su espada, que pasaría a simbolizar el poder de los Otomanos y su hija, Malhun Hatun, madre de Orhan Ghazi, y de cuya sangre surgió una estirpe de líderes que llevaron el Din a uno de sus momentos de mayor esplendor.

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Consejo de Sheij Edebali a Osman Ghazi, fundador de la Dawla Otomana

¡Oh hijo mio!

¡Tú eres el gobernante! ¡Nosotros tus súbditos! El enfado es nuestro; la paciencia tuya. Nuestros corazones se romperán, y tú los debes reparar, pero no viceversa. La acusación nos pertenece;  aguantar te corresponde a ti. La impotencia y los errores son nuestros; la tolerancia tuya; La discordia, el conflicto, el desacuerdo y el malentendido son nuestros; tuya es la justicia. Un enfoque negativo, malas palabras y una interpretación injusta son nuestras; tuyo es el perdón.

¡Oh hijo mio!

Desde ahora la división es nuestra; reunirnos es tu tarea. La pereza es nuestra; motivarnos, advertirnos y la reforma te pertenecen.

¡Oh hijo mio!

Tu carga es pesada; tu trabajo difícil; y tu poder está atado a ti por tan solo un fino cabello. Que Allah sea tú ayuda y bendiga tu estado. Que Allah te haga de beneficio en su camino. Que haga que tu luz brille. Que haga que tu luz alcance tierras lejanas Que Allah te de fuerza para llevar con facilidad tu carga. Que Allah te de razón y corazón para protegerte del extravío del camino recto.

No me gusta la guerra. Desprecio derramar sangre. Pero aun así, sé que la espada ha de ser blandida inevitablemente. Pero el propósito al blandirla ha de ser el de preservar la vida y no el de eliminarla. De forma personal, es un crimen si alguien usa una espada contra otra persona. Un gobernante no está por encima de su país; una guerra no debe existir solo en aras de su gobernante.

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No tenemos tiempo para descansar por que el tiempo no es un lujo; nuestro tiempo es limitado.

El amor debe de ser la esencia de la cause. El amor es silencioso. Gritar hace el amor imposible. Dejarse ver hace el amor imposible.

Aquellos que no conocen su pasado no podrán descubrir su futuro. ¡Osman! Aprende bien tu historia para que puedas ir hacia delante con seguridad. No olvides tu origen para así poder recordar tu destino…

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