‘Agent Provocateur’

‘Agent Provocateur’

Luqman Nieto

Granada

La reciente dimisión del general americano, jefe de la CIA, David Petraeus, deja muchos cabos sueltos, algunos de ellos de carácter interno para la política de los EE.UU., pero otros, en cambio, de un aspecto mucho más general. Su dimisión se alega a una supuesta relación sentimental extramatrimonial que, según él, le impediría desarrollar su trabajo de forma eficiente, y sin poner en duda la veracidad de esto, nos surgen otras más relevantes razones, especialmente debido al momento en el que esta dimisión se produce. A saber, justo después de las elecciones y poco después de las revueltas en el mundo árabe a causa de unas ínfimas caricaturas que causaron la muerte del embajador de los EE.UU. en Libia, embajada de la cual el General Petraeus era responsable de seguridad por ser un emplazamiento de interés estratégico para la inteligencia de los EE.UU.

A pesar de las teorías que circulan, muchas bien fundamentadas, sobre la muerte del embajador Stevens, y de como su posicionamiento cercano al mundo árabe no era muy bien recibido en los círculos de poder de los EE.UU. y de la supuesta involucración de la CIA en su muerte, no vamos a entrar en ese tema por no caer en teorías conspiratorias. Aun así, nos surgen algunas preguntas de la dimisión del General Petraeus, ex-jefe de la CIA, y que más que por razones sentimentales, consideramos las otras razones de las que se ha hablado y por las cuales iba a comparecer en el Capitolio próximamente: el ‘escape’ de seguridad confidencial de la CIA.

En un artículo publicado por El País (martes 25 septiembre 2012) poco después del incidente de las caricaturas, Bernard-Henri Levy, escribía en dicho artículo, para limpiar la culpabilidad atribuida a los judíos de dicho vídeo lo siguiente:

“Hasta el día que nos enteramos que de que Sam Bacile no existe. De que el autor de esa necia –e inmunda- película noes en absoluto judío ni tampoco israelita, sino copto. De que los 50 o 100 donantes judíos no son más reales que Sam Bacile, que en realidad ha contado con el apoyo de un puñado de fundamentalistas cristianos, sin duda respaldados por un estafador de poco monta y un autor de películas porno. En resumen, le prensa despierta de sus 48 horas de locura y descubre que ha repetido una y otra vez, sin la menor verificación, la historia de un manipulador, un entramado de mentiras, un montaje al que ha dado una repercusión planetaria”.

No podíamos estar más de acuerdo con Henri Levi en este aspecto, y añadimos, este montaje causó, en teoría, la muerte del embajador y cuatro de sus empleados. O, recapitulemos, quizá y por lo que se dice que se ha filtrado de información sobre este asunto, razón que lleva al General Petraeus a dimitir, y sabiéndose parte del entramado y cabeza de turco, todo no indica que todo el montaje de las caricaturas no era más que un agent provocateur para llevar a cabo algo que de otra manera no hubiese sido posible.

Pero lo que resulta más triste que esto, es, a nuestro entender, que la CIA y las agencias de inteligencia se sientan capaces de manipular a los musulmanes, es decir, a sabiendas de la reacción que dichas caricaturas y video iban a causar, lo hacen para provocar a las masas musulmanas a una reacción que les sirve para, no solo llevar a cabo acciones criminales, sino para justificar ante occidente su supuesta guerra contra el terrorismo y el extremismo.

Como musulmanes deberíamos estar más atento a aquello que nos concierne más directamente, esto no quiere decir, en ningún momento que no nos importe que se calumnie al Profeta, s.a.w.s., y es perfectamente entendible la reacción de muchos, pero salir a las calles en masa a protestar, quemar contenedores enfrente de embajadas y demás no nos conduce a nada, hay otros medios. No debemos caer en su juego y dejarnos arrastra por sus estratagemas. Esto nos demuestra, ante todo, que necesitamos unidad política para que en estos asuntos haya una respuesta clara y contundente. También, y como ha dicho el Dr. Alawi: “El silencio de los musulmanes respecto a la destrucción de Meca y Medinah es desastroso e hipócrita. La reciente película sobre el Profeta Muhammad ha causado protestas en todo el mundo, y en cambio, la destrucción de su lugar de nacimiento, donde hizo el salat y fundó el Islam, se ha dejado continuar sin criticismo”

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