Yusuf Islam: ‘Si la gente entiende mi música, mi nombre deja de ser relevante’

Yusuf Islam

Cantautor inglés Nació como Steven Demetre Gerogiou, en Londres, el 21 de julio de 1948. Tiene más 30 álbumes en su trayectoria de casi 40 años, contando también las compilaciones de sus éxitos. La frase: «Mis canciones cuentan historias y hoy, dudo que haya música que logre esa profundidad».

Yusuf al teléfono, dice la voz calma del legendario cantautor inglés desde el lujoso Hotel Park Tower en Buenos Aires. Cat Stevens – Yusuf Islam desde 1978, cuando entró al Islam – estuvo de gira por Sudamérica. Su popularidad, que supera por mucho el bajo perfil que cultiva hoy a sus 65 años, motivó en Santiago de Chile que los boletos para el primero de sus dos conciertos se agotaran a la velocidad de la luz. «Estoy disfrutando bastante la gira, es muy emocionante porque es la primera vez que me presento en esta parte del mundo y amo Sudamérica, tiene tanta pasión…», asevera Yusuf.

¿Qué siente al tocar por primera vez en un lugar desconocido?

Es grandioso, porque construyes una relación con tu público y, usualmente, cuando la gente va a mis conciertos no está muy segura de cómo será mi personalidad, entonces es un gran descubrimiento para ellos cuando ven mi humor, me vuelvo bastante real y disfruto tanto como ellos.

¿Qué espera de la gente que va a escucharlo por primera vez en su vida?

Espero que los seguidores de mi generación lleven a sus hijos. En la mayoría de mis shows existe un gran rango de edades, porque cuando los niños llegan a oír mi música conectan y reflexionan un poco con los mismos cuestionamientos de mi juventud, así que existe una audiencia joven también. Mi música puede servir como puente entre generaciones distintas, lo que es grandioso.

Gran parte de su público en Latinoamérica ni siquiera sabe que usted se llama Yusuf Islam. ¿Eso le importa?

No. Si la gente entiende el mensaje de mi música, mi nombre deja de ser relevante. Es lo único que me importa. De hecho, Yusuf es José, así que si la gente llega a entender que mi nombre es José, debiera entender también. Leí la historia del profeta Yusuf en el Corán y esa es una de las cosas más importantes que ha abierto mi corazón hacia el Islam. De todas formas, que la gente logre captar el mensaje de mi canción es por lejos lo más importante».

¿Cuál es su mayor preocupación mientras está sobre el escenario?

Simplemente me gusta disfrutar el momento. A la larga, la rutina de grabar y salir de gira, y volver a grabar, se vuelve obligatoria, pero hoy yo lo estoy haciendo porque lo disfruto. Además, estoy conectando con la gente y especialmente con los que nunca me han visto en su vida. Veo a muchos llorar en mis conciertos porque es la primera vez que me escuchan en vivo… De este a oeste, mi público ha crecido mucho. Además, uso un poco del dinero en caridad. Hoy día tenemos tantas causas que necesitan dinero. Recientemente hubo un tifón en Filipinas y espero mandar un poco del dinero de esta gira a esa causa.

¿Ha cambiado su forma de ver la música a lo largo de su trayectoria?

No demasiado, continúo compartiendo mis pensamientos, mis reflexiones y siempre he tratado de ser honesto, con mis palabras particularmente, lo que hace que me sea más fácil cantarlas de nuevo. De lo contrario, sería como volver a cantar temas que escribí con objetivos comerciales y eso sería muy agotador. Mis canciones cuentan historias, lo que he vivido y hoy, desafortunadamente, dudo que haya música que logre ese tipo de profundidad -alguna sí lo logra-, pero aunque hoy existe una gran conexión entre la imagen y la producción, yo no me sostengo en esos aspectos.

Estrenó la canción O jogo bonito. ¿De qué trata?

Es una melodía que sonaba increíblemente latinoamericana y particularmente brasileña, así que investigué cómo decir lindo juego en portugués y parece que funciona (al menos nadie la ha criticado por gramática). Amo el fútbol, es un gran deporte que une a la gente y me emocionaba la idea de escribir una canción sobre fútbol».

Diego Rammsy, El Mercurio de Chile

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