No Somos Guraba

Guraba

Guraba es plural de garib en árabe y significa extraño.

La moda de llamarse y considerarse “garib/a- extraño/a” es todo un fenómeno entre los musulmanes, sobre todo jóvenes. Musulmanes que deciden auto-marginalizarse e instalarse en su guetto mental y físico usando como pretexto hadices descontextualizados o hadices que ni si quiera saben si son verídicos o no, con el fin de justificar su incapacidad de ser parte de la sociedad a la que pertenecen, su incapacidad de ser miembros activos y productivos en dicha sociedad.

Cuando soy un fracaso me refugio en mi religión y le echo la culpa a todo y a todos menos a mí mismo. El fanatismo religioso resultado de las enseñanzas de pseudo-imams o de pseudo-sheikhs, o de lecturas al pie de la letra están produciendo musulmanes que creen tener el monopolio de la verdad absoluta y, por lo tanto “el otro”, sea individuo o sociedad están en el error. Producen a dictadores del pensamiento, a faraones si empleamos el lenguaje Coránico.

El Profeta no era así, y no llamaba a la marginalización y los guettos. Todo lo contrario, él vivió en una sociedad no-musulmana, vivió en una sociedad siendo los musulmanes una minoría, y aún así, mantenía relaciones comerciales, humanas con todo tipo de personas, con todo tipo de creencias. La casa del Profeta estaba abierta a sus vecinos judíos; él entraba a las sinagogas, saludaba, conversaba con las personas. El Profeta tenía un vecino persa que no era musulmán y éste lo invitaba a menudo a comer en su casa, y el Profeta solía acudir con Aisha – que Allah esté complacido con ella. Tantos ejemplos que demuestran el bello carácter, la bella personalidad del Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz.

Esto me lleva a preguntarme: ¿Qué tanto conocemos al Profeta? ¿Qué tanto ha influido en nosotros su ejemplo en nuestra vida diaria? Aparentemente no conocemos a nuestro Profeta, sólo memorizamos hadices como loros.

Encontramos una historia muy graciosa recogida por el Imam Al-Bujari sobre Ali, Allah esté complacido con él, (primo, yerno del Profeta y el cuarto Califa de los rectamente guiados) Un día le ofrecen un dulce que vio por primera vez y pregunta: “¿Qué es esto?” y le responden: “es un dulce persa que consumen en su año nuevo, el famoso Newruz”. Lo prueba, y lo encuentra delicioso y dice: “¡Qué todos los días sean Newruz!” le gustó tanto que deseó que fuera siempre fiesta para que pudiera comer ese dulce. Esto nos revela una personalidad, un perfil psicológico. Una persona que está segura de si misma, que está a gusto consigo misma, que está segura de sus creencias y convicciones; una persona en paz consigo misma no tiene problemas con el prójimo, sea como sea ese “otro”. No tiene problema en convivir pacíficamente con los demás y compartir su alegría y felicidad con el mundo.

Es el inestable psicológicamente, intelectualmente y espiritualmente quien se encierra en su caparazón de ignorancia y de fanatismo. ¿Qué dice el Corán respecto a este tipo de actitudes? «¡Oh, humanos! Os hemos creado a partir de un hombre [Adán] y una mujer [Eva], y [de su descendencia] os congregamos en pueblos y tribus para que os conozcáis unos a otros. En verdad, el más honrado de vosotros ante Allah es el más piadoso». (49:13) El versículo dice: Sois diferentes, tenéis vuestras particularidades culturales, filosóficas…pero aún así, hay que conocerse, tratarse. La piedad no se justifica con palabras, se justifica con hechos, tienes que mezclarte con el prójimo y tratar con los de tu grupo, los que no son de tu grupo, los que te aman, los que te odian …Esa es la prueba que hay que superar y que probará el nivel de tu piedad. Mi misión no es ser garib o gariba, mi misión es ser un miembro activo, productivo y contribuidor en la sociedad a la que pertenezco y seguir el ejemplo de nuestro Profeta, paz y bendiciones con él.


Autor: Vera hope

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