Musulmanes en Chiapas

En los altos de Chiapas, México, un lugar especial y particular por su gente, su clima y su vegetación, vive el pueblo indígena Chamula. Este pueblo, descendiente de los mayas, ha sido siempre muy conservador de sus creencias y costumbres. Desde el tiempo de los conquistadores españoles se ha preservado entre ellos la religión católica mezclada y unida a su idiosincrasia particular. Hoy en día existe, por la misericordia de Allah, un pequeño grupo de musulmanes que se hace cada vez más presente entre la gente. Para relatar este suceso me gustaría hacer un breve comentario histórico.

En la década de los setenta, la vida del pueblo Chamula experimentó un giro sustancial al llegar a ellos por primera vez una religión distinta a la suya: el evangelismo. El movimiento evangelista dio lugar a grandes guerras internas que dividieron el pueblo en dos. Muchísima gente fue expulsada de sus tierras, emigrando   por este motivo a la ciudad. Desde entonces empezó para ellos la búsqueda de la verdad, la forma correcta de adorar a Dios tal y como Él ha mandado. Proliferaron en pocos años diversos grupos religiosos que han hecho de la ciudad un lugar de múltiples dogmas.

En la década de los noventa, Allah respondió a ese deseo de encontrar la verdadera guía de adoración: les hizo llegar el último mensaje profético que ha descendido para la humanidad. El Islam se descubrió para ellos como algo nuevo, extraño y muy diferente a lo que habían conocido hasta el momento. La gente indígena, de corazón puro y sincero, libres de prejuicios y estereotipos, reconoció y aceptó la autenticidad del Mensaje. A pesar de poseer una lengua y cultura propia, llegó a sus corazones y unió a la gente para cumplir con lo establecido. La creencia en Allah se eleva por encima de toda diferencia y dificultad. El camino del Islam penetra en la vida de las personas y modifica las costumbres. Elimina lo perjudicial y deja lugar a las diferencias culturales propias de cada pueblo, que son igualmente creación de Allah.

“¡Hombres! os hemos creado a partir de un varón y una hembra y os hemos hecho pueblos y tribus distintos para que os reconozcáis unos a otros…” (Corán, 49 – 13).

El Islam no es solo un camino religioso, separado de los hábitos cotidianos; por el contrario, es una forma de vida. Por ello ha supuesto no solo un cambio en sus prácticas espirituales, sino un cambio en todos los aspectos de sus vidas. Han mejorado sus relaciones sociales y familiares, la educación de sus hijos, el respeto a su entorno…, demostrando de este modo el efecto que tiene el Mensaje sobre la vida de las personas.

“Pero los que creen, llevan a cabo las acciones de bien y creen en lo que se ha hecho descender a Muhammad, que es la verdad que viene de su señor, Él les ocultará sus malas acciones y mejorará lo que surja de sus corazones” (Corán, 47 – 2).

Ahora, después de casi veinte años, los musulmanes autóctonos se hacen cada vez más fuertes en el Camino. La gente se reúne para adorar a su creador en un humilde y luminoso centro islámico. Varios muchachos han viajado para estudiar el sagrado Corán y avanzar en el gran conocimiento del Islam. En el centro islámico se imparten clases de Corán y se atiende a la educación de los más jóvenes. La transmisión del Mensaje sigue abierta para quien desee de corazón encontrar la guía de Allah.

No cabe duda de que el mensaje está llegando a todas partes del mundo y se extiende por todos los países, dando respuesta a la necesidad de adorar a nuestro Creador y acercarnos a Él a través de Su último mensaje. El Islam es un mensaje universal para todos los pueblos, sin distinción alguna.

“No es sino un recuerdo para todos los mundos, para el que de vosotros quiera seguir la verdad” (Corán, 81 – 27, 28).

El pueblo Chamula es un signo más que nos muestra cómo Allah guía a quien Él quiere y responde a los du’as (peticiones) de la gente que tiene una himma (deseo) fuerte y sincera, Alhamdulillah.

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