La codicia y la banca

La codicia y la banca

Luqman Nieto

BA (Grado) Política e Historia, Dallas College

El diario El País ha publicado un artículo titulado de una forma curiosa: “La codicia de la banca por crecer propició la concesión de hipotecas a insolventes” (El País, lunes 12 de septiembre 2012). Es decir, que la avaricia de los bancos por aumentar sus ganancias a cualquier costa les hizo prestar sumas de dinero muy grandes a gente que no las podía pagar. Se sobre entiende que esta sumas de dinero van acompañadas de altos intereses.

Lo curioso es que se nos informe de la codicia de la banca de una forma tan abierta, no el hecho de que los banqueros sean codiciosos. La codicia es, en mayor o menor medida, una cualidad humana. Pero que se nos diga que una de la causas de la ‘crisis’ es la codicia de los banqueros supone algo bastante reciente en la prensa. Hasta ahora se había hablado (en los medios de comunicación) sobre todas las posible razones que han causado esta situación; desde el poco cuidado de la gente a pedir prestamos hasta razones macroeconómicas un tanto complicadas de entender para la mayoría de nosotros, gente de a pie. Pero la palabra ‘codicia’ se había usado poco, y, colocada antes de la palabra ‘banca’ (nótese que se habla de la banca como algo impersonal ¿Pero qué es la banca sino la gente detrás de esa palabra, es decir, los banqueros?) es algo nuevo.

Pero claro, muchas de las razones de esta situación se pueden entender como efectos de la practica extendida de la usura (interesante notar también que en una palabra que se está retomando en los medios de comunicación para explicar ciertas acciones de la banca). La usura y la avaricia son dos cosas que van de la mano, se podría decir que la usura es la forma externa, la manifestación física de la avaricia, y dar rienda suelta a la usura es, por consecuencia, dar rienda suelta a la avaricia humana, que por otro lado, al no ser algo físico y tangible, al ser un sentimiento como puede ser el amor, el odio o la alegría, no se le puede poner límite. De ahí la prohibición de la usura en el Islam. A la avaricia no se le puede poner límite, pero a su forma externa, lo que es su impacto en la sociedad, a eso sí se puede y se debe poner límite. No se puede legislar las ganas o el deseo de una persona por matar a otra, pero si comete el crimen entonces tiene un castigo, y puede que el castigo sea un preventivo para que la persona no cometa ese acto. Si cometer crímenes tales como robar, matar a alguien o una violación, quedasen impunes, entonces se extenderían esas prácticas. Con la usura es similar, se legisla el efecto que tiene en la sociedad y no la emoción/sentimiento/deseo que la provoca, es decir, la avaricia. Pero claro, todo empieza por considerar la usura como un crimen.

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