‘Id al Adha

El jueves 26 de octubre, correspondiente al día 10 del mes de Dhul Hiiyah, todos los musulmanes del planeta celebraron el ‘Id al Adha, o tal y como lo conocemos nosotros, la Fiesta del Sacrifico.

En la ciudad de Granada, la lluvia impidió hacer la oración en la musallah donde habitualmente se realiza, con lo que alrededor de doscientas personas se dieron cita en la Mezquita Mayor de Granada para celebrar esta marcada e importante fecha.

En este día se conmemora el conocido episodio del sacrificio del Profeta Ibrahim, que tras recibir orden de Su Señor de sacrificar a su hijo Ismail y consultarlo con el joven, se encaminó para cumplir con su propósito. En el último momento, tras haber comprobado Allah la sinceridad de su siervo y su disposición a cumplir con lo encomendado, hizo que fuera sustituido por un cordero enviado del Jardín. De ahí que sea una práctica habitual en este día el sacrificio de un cordero.

Este año, muchos de los musulmanes granadinos que estaban dispuestos a sacrificar no pudieron cumplir con esta sunna, ya que las autoridades pertinentes lo impidieron alegando que no se cumplía con todos los requisitos determinados por la ley vigente en nuestro país. Desde aquí hacemos un llamamiento a nuestras autoridades para iniciar las negociaciones pertinentes que permitan a los musulmanes de este país cumplir con esta loable e importante costumbre establecida por el Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Allah sean con él.

El Imam en su discurso recordó esta historia e hizo mención a que una de las enseñanzas que obtenemos de ella es la necesidad, más aún en estos tiempos que corren, de estar dispuestos a hacer sacrificios, cada uno en la medida de sus posibilidades, con su tiempo, su riqueza y sus dones, por el bien del Islam y la causa de Allah.

Finalizó sus palabras con una exhortación a las mujeres a la obediencia a Allah, al esposo, a guardar y proteger su hogar, al buen trato con el vecino, a la educación de los hijos y al más elevado comportamiento en todos los estados. Finalizó sus palabras hacia ellas con el hadiz en el que el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, dijo: “Si la mujer reza sus cinco, ayuna su mes, protege sus partes y obedece a su marido se le dirá: ‘Entra en el Jardín por la puerta que quieras”.

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