El paro y el lenguaje político

Redacción

Granada

 [unordered_list style=»arrow»]

[/unordered_list]

A finales de febrero salían a la luz los últimos datos sobre el número de parados en España. El paro subió en 59.444 desempleados, un 1,2% respecto a enero, lo que situó la cifra total en más de cinco millones de personas, nuevo récord del registro.

El discurso pronunciado por el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Merino, admite que los datos no son buenos, pero los excusa con dos frases muy bien construidas: «Reequilibrar las cuentas» y «Frenar la caída del empleo».

Al decir “reequilibrar las cuentas”, se refiere que el PP, desde que entró en el Gobierno, ha tenido que dedicarse a rehacer la «ruina económica» en que encontraron el país. Y con la segunda nos dice que “se ha frenado la caída del desempleo”, es decir, que aunque el número de parados continúa en aumento lo hace a un ritmo menor.

Sobre lo segundo nos gustaría citar al presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, que sobre “frenar la caída del desempleo” dijo que es normal que esto pase, que con más de cinco millones de parados ya no queda gente que pueda seguir perdiendo su trabajo. Y la “ruina económica” no es un fracaso exclusivo del partido que les precedió en el Gobierno, sino del sistema económico actual y conclusión inevitable de la forma de funcionar del capitalismo usurario.

Mejor que tratar de esconder los hechos tras vagas y equívocas frases gramaticales, los políticos deberían dedicar más tiempo a buscar la claridad en el lenguaje y en llamar a las cosas por su nombre, primer paso para descubrir la verdadera razón de tanto desempleo y tanta ruina económica.

 

 

 

Salir de la versión móvil