El Rey de Marruecos aboga por un frente común contra el extremismo

Muhammad VI, rey de Marruecos, en un discurso a la nación.

El Rey de Marruecos, Muhámmad VI, abogó, el pasado sábado 20 de agosto, en un discurso a la Nación, por “un frente común para contrarrestar el fanatismo” de los extremistas, al tiempo que exhortaba a los marroquíes emigrados a ser los “defensores” de un Islam tolerante.

“Frente a la proliferación de los oscurantismos propagados en nombre de la religión, todos, musulmanes, cristianos y judíos, deben constituir un frente común para contrarrestar el fanatismo y el odio”, proclamó Muhámmad VI.

El Rey “invitó” a los cinco millones de marroquíes residentes tanto en Europa como en el resto del mundo a “seguir apegados a los valores de su religión y a sus tradiciones frente a este fenómeno ajeno a ellos”.

Al mismo tiempo, el soberano alauita “exhortó” a sus conciudadanos a “estar siempre en primera fila entre los defensores de la paz, la concordia y el convivir en sus respectivos países de residencia”.

Muhámmad VI subrayó que “condenamos el asesinato de inocentes”, y calificó el asesinato de un sacerdote en una iglesia como “locura imperdonable”, en referencia al asesinato, el pasado 26 de julio, de un sacerdote a manos de dos yihadistas mientras celebraba la misa matinal.

Toda Europa, y Francia en particular, han sufrido desde 2015 una ola de atentados denominados “yihadistas”. Ciudadanos de origen marroquí, o de otros países del norte de África, o con la doble nacionalidad han estado implicados en varios de esos ataques cometidos en Francia y en Bélgica.

Líder de un Islam moderado y tolerante, Marruecos se posiciona en el mundo musulmán, y en África en particular, como eslabón sólido en la lucha contra el extremismo.

Muhámmad VI alienta regularmente a sus conciudadanos a practicar un Islam “de paz”, pero esta es la primera vez que aborda tan directamente este tema tan relevante, dirigiéndose especialmente a los marroquíes en Europa.

«Quienes incitan al asesinato y a la agresión, que excomulgan indebidamente a la gente y que hacen del Corán y de la Sunna (comunidad de los creyentes) una lectura acorde con sus intereses, no hacen más que difundir la mentira en nombre de Dios y del Profeta», según Muhámmad VI.

Además, agregó que «los terroristas que actúan en nombre del Islam (…) son individuos descarriados condenados al infierno para siempre», al mismo tiempo que los acusó de que «instrumentalizan a ciertos jóvenes musulmanes, particularmente en Europa, y explotan su desconocimiento de la lengua árabe y del Islam verídico para expandir sus mensajes erróneos y sus promesas corrompidas».

El monarca abordó en diferentes momentos la noción de “yihad” como guerra santa, «concebible sólo por una necesidad de autodefensa, y no para cometer un asesinato o una agresión (…)».

Asimismo, Muhámmad VI señaló la responsabilidad de “numerosos grupos e instancias islámicos» que pretenden encarnar «el verdadero Islam», pero que, por el contrario, favorecen con su actitud «la propagación de la ideología extremista».

«Todos estamos amenazados» por este «terrorismo que ha golpeado a Marruecos y luego a Europa y en numerosas regiones del mundo», advirtió el soberano de Marruecos, país que lleva cinco años sin sufrir atentados, desde los ocurridos en Marrakech en abril del año 2011.

Salir de la versión móvil