Cuando Sékou Touré de Guinea decidió en 1958 salir del imperio colonial de Francia, y optó entonces por la independencia del país, la élite colonial francesa en Paris se indignó y en un acto de furor histórico pidió a su propia administración aún en ese momento en el poder en Guinea, destruir, en todo el país, aquello que representaba para su forma de ver, los adelantos de la colonización francesa.
Tres mil franceses abandonaron el país, llevándose todos sus bienes y destruyendo todo lo que no podía ser repatriado: las escuelas, los jardines de infantes, los edificios de la administración pública, los autos, los libros, los medicamentos, los instrumentos del instituto de investigación, los tractores fueron saboteados y aplastados; los caballos, las vacas de las granjas fueron muertos y los alimentos acopiados fueron quemados y envenenados.
El fin de este acto escandaloso era evidentemente, el de enviar un mensaje claro a todas las otras colonias sobre las consecuencias de rechazar a Francia. El hecho es que poco a poco, el miedo se apoderó de las Élites Africanas, y luego de estos acontecimientos ningún otro país encontró nunca el coraje de seguir el ejemplo de Sekou Touré, cuyo eslogan era: ”Nosotros preferimos la libertad en la pobreza, a la opulencia en la esclavitud”.
Los países recientemente independizados, tuvieron que encontrar nuevos compromisos con Francia .
Sylvanus Olympio, el primer presidente de la República del Togo, un pequeño país de África del Oeste ,encontró una solución capaz de calmar a los Franceses: No queriendo continuar bajo la dominación francesa, él se rehusó a firmar el pacto de colonización ofrecido por De Gaulle, pero aceptó en contrapartida, pagar una deuda anual a Francia por los supuestos beneficios obtenidos bajo su colonización.
Estas fueron las únicas condiciones de Francia para no destruir el país antes de retirarse. De todas maneras , el monto estimado por Francia era tan grande que el reembolso de la llamada “deuda colonial” representaba el 40% del presupuesto anual del país en 1963.
Desde entonces, la situación financiera del Togo recientemente independizado, fue muy inestable, y a fin de salirse de esta situación, Olympio decidió salir del sistema financiero monetario impuesto por la Francia colonial, la FCFA (franco de las colonias francesas de África), y creó la moneda del país.
El 13 de enero de 1963, tres días después que comenzaron a imprimirse los nuevos billetes, una escuadra de soldados( apoyados por Francia) se apoderó y asesinó al Primer presidente electo de la África independiente: Olympio fue ejecutado por un ex legionario francés, el sargento de la armada Etienne Gnassingbé, quién, dicho sea de paso, recibió en ese momento una prima de 612 dólares de la embajada francesa por el éxito de su misión.
El sueño de Olympio, era construir un país independiente y autónomo. Pero la idea no se correspondía con las voluntades de Francia.
El 30 de junio 1962,Modiba Keita, el primer presidente de la república de Mali, decidió igualmente retirarse del sistema monetario FCFA(impuesto a los 12 países africanos recientemente independizados).
En efecto, para el presidente malí, que se inclinaba más bien hacia una economía socialista, era claro que la colonización que permanecía con este pacto con Francia, caía en una trampa, una carga demasiado pesada para la economía del país.
El 19 de noviembre de 1968, como Olympio, Keita, será víctima de un golpe de Estado encabezado por otro ex legionario francés de los Asuntos Extranjeros, el lugarteniente Moussa Traoré.
De hecho, en este período turbulento en que África combatía para liberarse del yugo de la colonización europea, Francia usará reiteradamente a mercenarios antiguamente afiliados a la Legión Extranjera para realizar operaciones de golpes de estado contra los nuevos presidentes electos:
El 1 de enero de 1966, Jean-Bedel Bokassa, ex legionario francés, dirigía un golpe de estado contra David Dacko, el primer presidente de la República Centroafricana.
El 3 de enero de 1966, Maurice Yaméogo, el primer presidente electo del Alto-Volta, hoy denominado Burkina Faso, fue víctima de un golpe de estado dado por Aboubacar Sangoulé Lamizana, un ex legionario francés que combatió con las tropas francesas en Indonesia y en Argelia contra la independencia de esos países.
El 26 de octubre de 1972, Mathieu Kérékou que era guardia de seguridad del presidente Hubert Maga, primer presidente electo de la República de Benin, le dio un golpe de estado luego de haber frecuentado las escuelas militares francesas de 1968 hasta 1970.
De hecho en el curso de los últimos 50 años, un total de 67 golpes de estado que se sucedieron en 26 países de África, 16 de estos países son ex colonias francesas, lo que significa que el 61% de los golpes de estado en África, fueron iniciados en las viejas colonias francesas.
Como estas cifras lo demuestran, Francia está totalmente desesperada, pero activa en conservar una fuerte presencia sobre sus colonias, poco importa cómo, poco importa el precio.
En marzo del 2008, el presidente Jacques Chirac declaró: “Sin Äfrica, Francia se deslizará hacia abajo del rango de tercera potencia (en el mundo)”. El predecesor de Jacques Chirac, Francois Mitterrand profetizaba ya en 1957 que:” Sin Äfrica, Francia no tendrá historia en el siglo XXI”.
En el momento que escribo este artículo, 14 países africanos son obligados por Francia, a través del pacto colonial, a colocar el 85% de sus reservas, en el Banco Central de Francia, bajo control del Ministerio de Finanzas francés. Hasta ahora, en 2014, Togo y alrededor de otros 13 países africanos deben todavía pagar la deuda colonial a Francia. Los dirigentes africanos que se rehúsan son asesinados o víctimas de golpes de estado . Los que obedecen son apoyados y recompensados por Francia con un estilo de vida suntuoso, mientras que sus poblaciones sufren la miseria y la desesperación.
Este sistema maléfico es denunciado por la Unión Europea, pero Francia no está dispuesta a abandonar este sistema colonial que le ofrece una tesorería de alrededor de 500 mil millones de dólares provenientes de África, por año.
Acusamos muchas veces a los dirigentes africanos de corrupción y de servir los intereses de las naciones occidentales, pero hay una razón clara para este comportamiento. Se conducen de esta manera por temor a ser asesinados o ser víctimas de un golpe de estado. Quieren aliarse a una nación poderosa para salvaguardarse en caso de agresión o de dificultades. Pero, contrariamente a una protección amistosa, la protección del Oeste es generalmente ofrecida a cambio de la renuncia a servir a su propio pueblo o los intereses de sus naciones.
Los dirigentes africanos trabajarían en el interés de su pueblo si no estuvieran continuamente hostigados e intimidados por los países occidentales. En 1958, asustado de las consecuencias de su elección de independencia frente a Francia, Léopold Sédar Senghor declaró: “La elección del pueblo senegalés, es la independencia, ellos quieren que ella tenga lugar solamente en amistad con Francia, no en litigio.”
Desde entonces Francia ha preferido una “independencia en los papeles”, pero firmando al mismo tiempo en paralelo “acuerdos de cooperación”, precisando la naturaleza de sus relaciones con Francia, en particular su sujeción hacia la moneda (el Franco), el sistema educativo francés, los acuerdos militares y las preferencias comerciales.
He aquí los 11 componentes de lo que siguió al pacto de colonización desde los años 50:
1. La deuda colonial por las ventajas( o adelantos) de la colonización francesa.
2. Confiscación automática de las reservas monetarias nacionales en Francia al Banco Central. Francia ha tenido las reservas nacionales de 14 países africanos desde 1961: Benin, Burkina Faso, Guinea-Bissau, Costa de Marfil, Malí, Nigeria,Senegal,, Togo, Camerun, República Centrafricana, Chad, Congo-Brazzaville, Guinea Ecuatorial, y Gabón.
La política monetaria que rige a este grupo diverso de países es simple pues es administrado por el Tesoro francés, sin referir a las autoridades locales centrales como la UEMOA o de la CEMAC. Según los términos del acuerdo que fue implementado por el Banco Central de del CFA, cada Banco Central de cada país africano está obligado al menos el 65% de sus reservas de cambio en una “cuenta de operaciones” en el Tesoro francés así como otro 20% para cubrir los pasivos financieros.Los bancos centrales CFA imponen también un techo sobre el crédito otorgado a cada país miembro, equivalente al 20% de los ingresos públicos de este país sobre el año anterior.
Aunque la BEAC y el BCEAO tienen una facilidad de descubierto en el Tesoro francés, los tratados sobre las facilidades de descubierto son bajo reserva del consentimiento del Tesoro francés. La última palabra es la de la Tesorería francesa que ha invertido las reservas extranjeras de los países africanos en su propio nombre en la Bolsa de Paris.
En resumen, más del 80% de las reservas de cambio de los países africanos están depositados en las “cuentas de operaciones” controladas por el Tesoro francés.Los dos bancos CFA son africanos de nombre, pero no tienen políticas monetarias propias. Los mismos países no saben, no se les da la información, del nivel de cuánto la reserva de cambio retenida por el Tesoro francés les pertenece como grupo o individualmente.
Las ganancias de la inversión de estos fondos del Tesoro francés se suman a la reserva de cambio, pero no hay contabilidad transmitida a los bancos ni a los países, ni los detalles de sus modificaciones. “ Solo un grupo restringido de altos funcionarios del Tesoro francés conocen los montos que figuran en las “cuentas de operaciones” en donde estos fondos están invertidos; si hay un beneficio sobre estas inversiones; ellos tienen prohibida la divulgación de informaciones a los bancos CFA o a los bancos centrales de los estados africanos” escribe el Dr. Gary K. Bush.
Se estima que Francia administra cerca de 500 miles de millones de dinero africano en su tesorería, y no hace nada por arrojar un poco de luz sobre este lado oscuro del viejo imperio. La finalidad continua siendo la misma: que los países africanos no tengan acceso a este dinero.
Francia les permite acceder solamente al 15% de su dinero por año. Si ellos necesitan más, los países africanos deben pedir préstamos , a tasas comerciales sobre el 65% de sus dineros retenidos en el Tesoro francés.
Para hacer las cosas más trágicas aún, Francia establece un techo sobre el monto del dinero que los países pueden pedir prestados a la reserva. El techo está fijado en un 20% de sus ingresos públicos en el año precedente. Si los países necesitan más del 20% de su propio dinero, Francia tiene un derecho de veto.
El ex presidente Jacques Chirac habló recientemente del dinero de los países africanos en los bancos de Francia: “ Debemos ser honestos y reconocer que una gran parte del dinero de nuestros bancos vienen precisamente de la explotación del continente africano”.
3. Derecho de prioridad sobre todos los recursos brutos o naturales descubiertos en el país. Francia tiene la prioridad de compra de todos los recursos naturales de la tierra de sus ex colonias. Solamente en el caso de que ésta rechace su usufructo, los países africanos están autorizados a buscar otros socios.
4. Prioridad a los intereses y a las empresas francesas en los mercados públicos y construcciones públicas.
En la atribución de los mercados públicos, las empresas francesas deben ser consideradas en primer lugar, y solamente después los mercados extranjeros son considerados. El hecho de que los países africanos podrían obtener mejores ofertas en otro lado , no es tomado en cuenta. En consecuencia, en la mayoría de las ex colonias francesas, todas las más grandes compañías y actores económicos están en manos de expatriados franceses. En Costa de Marfil por ejemplo, las empresas francesas ´poseen y controlan todos los grandes servicios públicos- agua, electricidad, teléfono, transportes, puertos y los grandes bancos. Idem en el comercio, la construcción, y la agricultura.
5. Derecho exclusivo de proveer de equipos militares y de formar los oficiales militares de esos países.
Gracias a un sofisticado sistema de becas, subvenciones, y los “acuerdos de defensa” adscritos en el pacto colonial , los africanos deben enviar a sus oficiales superiores a formarse en Francia o en infraestructuras militares francesas.
La situación en el continente es tal que Francia ha cuidado y alimentado a centenas, y miles de traidores. Ellos están como dormidos, mientras que no son necesarios, y activados en caso de necesidad para un golpe de estado u otros fines!
6. Derecho para Francia de pre-despliegue de las tropas y de intervenir militarmente en el país para defender sus intereses.
Bajo la denominación de “Acuerdos de defensa”, atados al pacto colonial, Francia tiene el derecho de intervenir militarmente en los países africanos, y también de estacionar tropas en permanencia en bases e instalaciones militares, enteramente gerenciadas por los Franceses.
Cuando el presidente Laurent Gbagbo de Costa de Marfil trató de poner fin a la explotación francesa de su país, Francia organizó un golpe de estado. Durante el largo proceso para sacar a Gbadbo del poder, los tanques franceses, los helicópteros de combate y las fuerzas especiales intervinieron directamente en el conflicto, dispararon contra civiles y mataron a muchos de ellos.
Para agregar el injurio al insulto, Francia estima que la comunidad de negocios francesa perdió entonces varios millones de dólares, luego de la batalla antes de abandonar Abidjan en el 2006. Abidjan en el 2006( donde el ejército francés masacró a 65 civiles desarmados e hirió a 1200 otros.)
Luego del éxito del golpe de estado y la transferencia del poder a Alassane Ouattara, Francia pidió al gobierno de Ouattara, pagar una indemnización a la comunidad de negocios francesa por las pérdidas durante la guerra civil. De hecho, el gobierno Ouattara le pagó el doble de lo que ellos habían dicho que habían perdido en su partida.
7. Obligación de hacer del francés la lengua oficial del país y de la lengua para la educación.
Sí señor. Ustedes deben hablar francés, la lengua de Moliere! Una organización de la difusión de la cultura ha sido creada para ello, llamada “Francofonía”. Agrupa a diversas ramas y organizaciones afiliadas todas controladas por el ministro francés de Relaciones internacionales.
8. Obligación de utilizar el dinero de la Francia colonial el FCFA.
Es la verdadera gallina de los huevos de oro para Francia, este sistema, es denunciado por la Unión Europea, pero Francia no piensa renunciar a este sistema colonial que le ofrece una tesorería de alrededor de 500 miles de millones de dólares por año, provenientes de África.
Cuando se introdujo la moneda euro en Europa, otros países europeos descubrieron el sistema de explotación francés. Muchos, en particular los países nórdicos quedaron consternados y sugirieron a Francia sin éxito alguno, terminar con ese sistema.
9. Obligación de enviar un reporte anual Francia del saldo y de reserva.
Sin el reporte, no hay dinero. Como quiera que sea, el secretario de los bancos centrales de las ex colonias, y el secretario de la reunión bi-anual de los ministros de las Finanzas de las ex colonias es efectuado por Francia, Banco Central/del Tesoro.
10. Renuncia de entrar en alianza militar con cualquier otro país, sin autorización francesa.
Los países africanos en general son los que tienen menos alianzas inter-estado. La mayoría de los países no disponen más que de alianzas militares con sus ex colonizadores! ( raro, pero no podría ser de otra manera!) En el caso de que ellos quisieran hacer otras alianzas, Francia se ocupa rápidamente de que no lo hagan.
11. Obligación de aliarse con Francia en situación de guerra o de crisis mundial.
Más de un millón de soldados africanos se batieron para derrocar al nazismo y el fascismo durante la segunda guerra mundial. Su contribución es generalmente ignorada o minimizada, pero cuando se piensa que a Alemania solo le tomó 6 semanas para vencer a Francia en 1940, Francia sabe que los africanos podrían serles útiles para conservar la “Grandeza de Francia” en el futuro.
Hay algo de psicopático en la relación de Francia con África. En primer lugar, Francia está aferrada fuertemente al pillage de África desde la época de la esclavitud. Por otra parte, hay una ausencia completa de creatividad y de imaginación de la élite francesa para pensar más allá de la tradición.
Francia dispone de 2 instituciones que están completamente congeladas en el pasado, habitadas por paranoicos y psicópatas “los altos funcionarios”, que expanden el temor al apocalipsis si Francia se viera obligada a cambiar, y cuya referencia ideológica viene siempre del romanticismo del siglo 19. Se trata de: el ministro de las Finanzas y del Presupuesto de Francia y el de Asuntos Extranjeros de Francia (Relaciones Internacionales). Estas dos instituciones no son solamente una amenaza para África, sino para los propios franceses.
Somos nosotros quienes debemos liberar al África, sin pedir permiso, porque no puedo comprender, por ejemplo, cómo 450 soldados franceses en Costa de Marfil, podrían controlar una población de 20 millones de personas.
La primera reacción de la gente cuando se enteran de la existencia del impuesto colonial francés, es casi siempre:¿Hasta cuándo? A título de comparación histórica, Francia ha hecho pagar a Haití, el equivalente moderno de 21 miles de millones de dólares desde 1804 a 1947 (cerca de un siglo y medio) por las pérdidas causadas a los comerciantes de esclavos franceses luego de la abolición de la esclavitud y de la liberación de los esclavos haitianos.
Los Países africanos pagan el impuesto colonial desde los últimos 50 años, por lo que pienso que un siglo de pagos podría ser demasiado.