El día de los corazones rotos en Copenhague

Manifestación en Copenhague, 16 de febrero.
Manifestación en Copenhague, 16 de febrero.

Habrá un antes y un después del 14 de febrero de 2015 para Dinamarca, y especialmente, para los ciudadanos de su capital, Copenhague. La tarde del sábado con su cielo típico de febrero, nublado y gris, era como tantos otros días de este mes, fría y poco interesante. El viento frío del este soplaba y animaba a la gente a buscar refugio en sus casas o en una cafetería antes de la cena de la noche de San Valentín.

Mucha gente había buscado refugio del mal tiempo en un café-teatro llamado Krudttønden “El Polvorín” en el barrio de Østerbro. Es un barrio de gente de bien, donde las viviendas de los trabajadores de la primera época de la revolución industrial hace mucho se han convertido en pisos muy caros. La presidenta del gobierno vive cerca del lugar y el palacio real está a pocos kilómetros. El café-teatro daba cita a un evento llamado ‘Arte, Blasfemia y Libertad de expresión’. Entre los invitados del evento se encontraba el embajador de Francia en Dinamarca Francois Zimeray y el dibujante sueco Lars Vilks, cuya meta es la libertad de expresión total. Es decir, que se puede y debe burlarse de todo sin pensar en los sentimientos de la gente. Entre sus obras, que son todas mediocres, se encuentra el dibujo de un perro con la cabeza de un hombre que lleva un turbante y el artista reclama que eso representa al Profeta Muhammad, sal-lal-lahu aleihi wa salam.

Durante el evento, un individuo abrió fuego desde la calle con una metralleta y disparó entre 30 y 50 veces contra la cristalera del lugar. Murió un director de cine danés llamado Finn Nørgaard y tres agentes de policía quedaron heridos. Es el primer ataque terrorista en suelo danés en el siglo XXI.

Esté vil acto hizo saltar todas las alarmas de las fuerzas de seguridad que no pudieron evitar que a la una de la madrugada la sinagoga de Copenhague fuese atacada presuntamente por el mismo individuo. En el segundo ataque murió un vigilante judío y dos policías fueron heridos antes de que el asesino se diera a la fuga. Hay que agradecer que no pudiese entrar en la sala de fiestas de la sinagoga donde se celebraba una fiesta religiosa judía y donde la tragedia podría haber sido mucho mayor.

La policía dio con el sospechoso a las cinco de la madrugada y este murió después de un breve intercambio de disparos con los agentes de policía.

Durante el domingo se han producido varios arrestos y la policía sigue buscando pistas sobre el presunto asesino.

La última noticia sobre el presunto asesino es que es un hombre de 22 años, nacido en Dinamarca y con vínculos con bandas criminales.

La policía todavía no se ha pronunciado sobre la religión del asesino ni de sus motivos para los ataques. Dado a los parecidos con los recientes ataques terroristas en Paris, las redes sociales ya han declarado que es un acto de un “islamista”, a pesar de falta de pruebas de ello. La comunidad de musulmanes de Dinamarca ha hecho declaraciones contundentes en contra de cualquier asesinato o acto de terror en nombre del Islam y de los musulmanes.

Espero que los eventos de este día de corazones rotos en Copenhague no llegue a encender la mecha del polvorín de la islamofobia que Dinamarca ha visto crecer en los últimos años.

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