Tiempos difíciles o cuanto menos extraños los que vivimos en este momento de la historia. Las grandes revueltas con las que nos obsequió la humanidad en un pasado como respuesta a cualquier injusticia han caído en desuso. Nuestra sociedad se encuentra inmersa en una especie de narcolepsia que le impide reaccionar ante cualquier atropello o despropósito por aberrante que sea. El conformismo se ha adueñado del individuo o mejor dicho el miedo a ser libres nos ha atrapado.
Los creyentes sabemos que todo depende de Allah, que a Él volveremos y sólo a Él tendremos que rendir cuentas. Este axioma presente en todos y cada uno de los momentos y las situaciones de nuestra vida nos tiene que hacer libres, nos debe mantener vivos y muy atentos a los cambios que se atisban en el horizonte más cercano.
Allah nos ha designado sus califas en la tierra y somos responsables de lo que pasa en ella, debemos reaccionar, sin drama, sin grandes exaltaciones, sin enfrentamientos innecesarios pero con firmeza, sintiéndonos fuertes al saber que sólo nos sometemos a Allah y que en este trabajo es nuestro aliado.
Nuestra acción debe tener como campo de cultivo la cortesía, nuestro comportamiento tiene muy poco que ver con las manifestaciones alteradas que incluye quema de contenedores y los minutos de silencio, nuestra acción se basa en la honestidad y en la seguridad de estar protegidos por la ley revelada de Allah, el din del Islam.
Todo lo que el Creador ha establecido como lícito para las criaturas en este mundo es posible; impuestos, monedas ilegales, injusticias sociales, etc. pueden desaparecer bajo la luz del Islam.
Esta publicación quiere ser un medio que ayude al restablecimiento de los derechos naturales del ser humano. La tarea se presenta compleja pero es posible, sin duda alguna es posible y no cejaremos en ello.
Allah es el que todo lo ve, todo lo oye y el que conoce la sinceridad en nuestras acciones.
Assalamu Aleikum