Musulmanes, os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah. Sabed, que Allah esté complacido con vosotros, que Allah ha preferido el Ramadán al resto de los meses, y ha elegido en él a la noche del Decreto y la ha preferido al resto de noches, y nos ha dado un noble invitado que está cerca de su partida y que será para nosotros un testigo de qué hemos hecho con este invitado durante todo el mes.
Enhorabuena para quien lo ha recibido bien, quien ha ayunado sus días y se ha levantado en sus noches, ha aceptado en él a Allah con su corazón y sus miembros, se ha acercado a Él con las buenas acciones y se ha alejado de la desobediencia y el mal.
Enhorabuena para quien se ha vuelto a Allah en arrepentimiento, Él lo ha aceptado y lo ha liberado del Fuego en el mes de Ramadán.
Desgraciado aquel sobre el que ha pasado ante él este mes y sigue dedicado a la desobediencia, sigue dedicándose a satisfacer sus apetitos, no ha cambiado sus costumbres de desobediencia ni un ápice, ha perdido la oportunidad de ganar un bien inmenso; el invitado se va de su hogar y no ha sido perdonado.
Dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones: “Perdición para el hombre que cuando soy mencionado ante él no hace salat por mí. Perdición para el hombre que cuando entra para él Ramadán, se va antes de ser perdonado. Perdición para el hombre que sus padres alcanzan la vejez y no les hace entrar en el Jardín” (Rawahu Tirmidhi ‘an Abi Huraira).
Siervos de Allah, ciertamente el ser humano no está libre de caer en los errores, muchos o pocos. Dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones: “Por aquel que tiene mi alma en Su mano, si no transgredierais, Allah os llevaría a todos y traería a una gente que transgrede, piden perdón y Allah les perdona” (Rawahu Muslim ‘an Abi Huraira).
Aprovechad lo que queda de este mes, aumentad en él la tawba, buscad con ahínco el perdón, haced buenas obras y decid buenas palabras, y así es posible que arregléis la mengua y frivolidad que hayáis tenido.
Ciertamente las acciones se toman por como finalizan; tened cuidado de ser de aquellos que piden perdón con sus lenguas, y sus corazones y resto de miembros están dedicados a la desobediencia.
Que el perdón que pronuncia la lengua vaya en el mismo camino que el que busca el corazón, coronado con el resto de los miembros del cuerpo humano.
Allah ha prometido a los que se vuelven a Él arrepentidos, a los que buscan Su perdón, que les perdonará y les hará entrar en el Jardín.
Dice Allah: “Aquellos que cuando cometen una indecencia o son injustos consigo mismos, recuerdan a Allah y piden perdón por sus faltas –porque ¿quién perdona las faltas sino Allah?– y no persisten en lo que hicieron después de saberlo. Esos tienen como recompensa un perdón de su Señor y jardines por los que corren los ríos. En ellos serán inmortales. ¡Qué excelente recompensa la de los que actúan!” (Ali Imran, 135).
Oh Allah, entréganos en este noble mes un arrepentimiento sincero, con el que se borren nuestras malas acciones y que nos haga entrar en Tu noble Jardín.
Musulmanes, ciertamente parte de lo que ordena Allah a sus siervos ayunantes después de poner a su disposición el noble mes de Ramadán y como muestra de su agradecimiento es que paguen el Zakat al Fitr. Es un bien para los pobres, una alegría en sus corazones, alejar de ellos la extrema necesidad en los días del ‘Id, una purificación para el ayunante por la imperfección o la mengua que haya tenido durante su ayuno.
Es también una forma de que el musulmán se acostumbre a la generosidad, a ser desprendido. Ibn ‘Umar, que Allah esté complacido con ambos, dijo: “El Mensajero de Allah hizo preceptivo el Zakat al Fitr en un sa’a de dátiles, un sa’a de cebada, tanto para el esclavo como para el libre, el varón y la hembra, el pequeño y el grande, de entre los musulmanes; y ordenó que se pagara antes de que la gente saliera hacia el salat (del ‘Id al Fitr)” (Rawahul Bujari wa Muslim).
Entregad el Zakat, que Allah esté complacido con vosotros, hacedlo con buena disposición, que lo page el hombre por sí mismo y por todos los musulmanes que estén bajo su manutención.
Pedimos a Allah que acepte nuestras acciones sinceras y que nos dé el mejor de los finales.
Jutba de Shaij Muhammad Al Kassbi. Fuente: www.mezquitadegranada.com