A veces no sabemos hacia dónde mirar. Tenemos deseos, esperanzas, y estamos confundidos. A veces solo necesitamos a alguien en quien confiar. Alguien que nos proteja de la tormenta. Es por ello que Allah es As-Samad: El Eterno Sustentador de todo.
Hay nombres de Allah cuyos significado apuntan a Sus otros atributos. Por ejemplo, Allah es Al-Muyib (El que responde), que refiere a sus otros nombres: As-Sami’ (El que todo escucha, Al-Basir (El que todo ve), y Al-Qawiy (El Fuerte).
Otros nombres parecen ser muy similares, pero el contexto revela las diferencias. Por Ejemplo, Al-Ghafur (El que perdona) y At-Tawwab (El que acepta el arrepentimiento): ambos tienen que ver con el perdón. Al-Ghafur indica que Allah cubre nuestras faltas y las perdona, mientras que At-Tawwab implica que Él acepta a su siervo cuando se vuelve a Él.
El nombre que nos interesa hoy es parecido. As-Samad tiene muchos sentidos, pero lo más importante es cómo nos referimos a él. Al-Ghazali dice que As-Samad es: “El hacia quien uno se vuelve cuando está en estado de necesidad, y el que es el centro de nuestro deseos, ya que Él tiene poder sobre todas las cosas”.
En el diccionario, Samad significa Eterno; lo que no cambia, que queda inamovible; lo que se tiene pensado, al que hacía uno se dirige; algo sólido, sin hueco ni vacío por dentro; El Maestro Absoluto quien comanda la obediencia.
Así pues, Allah es El Único a quien nos dirigimos para lo que necesitamos y lo que deseamos. Él es nuestra Meta y nuestro Señor.
El nombre As-Samad está mencionado una única vez en el Corán, en surat Al-Ikhlas:
Di: Él es Allah, Uno.
Allah, el Señor Absoluto*.
No ha engendrado ni ha sido engendrado.
Y no hay nadie que se Le parezca. (Al-Ikhlas 112:1-4)
(*A Quien todos se dirigen en sus necesidades)
La surat Al-Ikhlas fue revelada en Meca, cuando la gente de la ciudad pidió al Profeta que le describiera a su Señor. Esta surat es la respuesta en la cual se presenta Allah. ¿Por qué se dio a conocer Allah por este nombre? Porque es lo esencial que uno debe saber de Él: es Uno y Único (Ahad), y el que sostiene todo por la eternidad. El Profeta, sallallahu ‘aleyhi was salam, nos enseñó que la surat Al-Ikhlas es equivalente a un tercio del Corán, por la simple razón de que en este surat están resumidos los atributos de Allah en su nombre As-Samad.
Hay muchos dichos del Profeta que nos animan a volvernos hacia Allah para lo que necesitemos. El Profeta dijo: “Debes pedir a Allah todo lo que necesitas, aunque fuese por la correa de tu sandalia cuando se rompe” (Muslim). Shaij Ratib An-Nabulsi dice que lo implícito en este dicho es que Allah quiere que nos volvamos a Él para pedir. Cita a Al-Ghazali que dijo que Allah eligió este nombre para que sus siervos se volviesen a Él, ya que clarifica que Él es el que permanece y la fuente de todo.
Cabe añadir una última cosa acerca de As-Samad. Algunos preguntan si pedir a Allah para todo lo que necesitemos no es negar que tenemos que esforzarnos y aprovechar lo que tenemos en nuestro alrededor, ya que Allah nos encomienda esforzarnos. Pero de hecho, volverse a Allah es reconocer el origen de todo los medios que tenemos a nuestra disposición, el origen de todo lo que nos rodea, y que solo nos es útil algo por el permiso de Allah.
Así pues, vuélvete a Allah, As-Samad. Confía en Él, y piensa que puedes pedirle desde las cosas más insignificantes hasta las más grandiosas.
Fuente: new-muslims.info/es