A la vista de todos

A la vista de todos

Al momento de escribir este artículo, Israel lleva 30 días bombardeando la franja de Gaza, que es una de las zonas más densamente pobladas del planeta (unos 12.000 habitantes por km2), en apenas una franja de 360 km2  (entre 5 y 14 Km de ancho por 41 km de largo aprox.) llena de edificios, donde se han ido refugiando parte de los palestinos que han sido expulsados de otras zonas de su país desde el año 1948, y que no han tomado el camino del destierro –del cual no se puede volver (para asegurarse de esto, los israelíes han construido un muro alrededor de la franja, con sus correspondientes puestos de control, lo que hace de ésta, el campo de concentración más grande del mundo)-.

Por supuesto, la justificación que esgrime Israel por los bombardeos sobre civiles, como ‘derecho a defenderse’, no se sostiene bajo ningún punto de vista. Miko Peled -hijo de un general israelí que se hizo pacifista después de la Guerra de los seis días-, además de desmontar varios de los mitos fundadores del estado de Israel, compara el agujero del tamaño de una pelota de fútbol que puede dejar un cohete qassam de los que lanza hamas -si llega a burlar uno de los sistemas antimisiles más sofisticados del mundo-, con el poder destructivo de una bomba de una tonelada del ejército israelí arrojada sobre una población desprovista de cualquier tipo de sistema de defensa, que deja devastada una manzana entera -y una manzana en Gaza equivale a varios edificios y decenas de familias-, y, nos dice Peled, en un bombardeo no se arroja una sola bomba, sino cientos de ellas, y agrega, el ejército israelí programa los ataques sobre la población palestina a las horas en que hay más niños en las calles, bajo el conocimiento del horario en que se alternan los turnos de las jornadas escolares[i].

Estos bombardeos sobre una población civil indefensa, que lleva décadas bajo cerco y asedio (con varios miles de ‘prisioneros políticos’), se realiza, entre otros elementos, con fósforo blanco, que se adhiere a la piel y no se apaga con nada, penetrando hasta los huesos; y con wolframio[ii], un metal que junto a otros explosivos, mutila las extremidades, y hace saltar las partes blandas del cuerpo, y por tanto los sesos de los infantes, lo que ha producido la circulación de las imágenes más escabrosas que se hayan visto en mucho tiempo, a excepción quizás de aquellas que muestran personas afectadas por el Ébola, que es una de las enfermedades ‘de diseño’ (porque hay sospechas fundadas de que se trata de un virus de laboratorio) más terribles que hayan sido vistas, aparte de la lepra, que a diferencia de la anterior, obedecía a causas naturales.

En cualquier caso, no es primera vez que se bombardea a población civil, pues ya se hizo durante la segunda guerra mundial en varias ciudades europeas (principalmente alemanas). Tampoco es la primera vez que se hace con fósforo blanco (o napalm), dado que ya lo utilizaron los norteamericanos contra los vietnamitas, y también se usó contra los alemanes que huían de sus ciudades incendiadas por los bombardeos previos[iii].

Tampoco es la primera vez que se hace una atrocidad sin nombre a la vista de todos, pues Hiroshima y Nagasaki constituyen un caso superlativo, imposible de ocultar, salvo por la distancia física y empática que tienen las tierras del extremo oriente respecto al occidente (y hemos de considerar ‘la historia’ contemporánea y los medios que la han ‘mediatizado’ un terreno propiamente ‘occidental’), y el énfasis que se dio entonces a lo que se dio en llamar ‘el holocausto’, y de lo que se creó una serie interminable de películas y hasta museos, pasando desapercibida así no sólo la barbarie cometida contra dos ciudades japonesas, sino que también los infames bombardeos contra población civil alemana con bombas de dos mil quinientos kilos más el ya mencionado fósforo blanco.

No vamos a entrar en análisis de lo que está permitido o no por las convenciones de Ginebra, ni diremos lo que debería hacer respecto al presente bombardeo de civiles, la mal llamada ‘comunidad internacional’ ya que sabemos que las ‘naciones unidas’ constituyen el doctor Frankenstein del monstruo militarizado, que no sólo perpetra los crímenes actuales con total impunidad, sino que lo hace después de décadas de saltarse todas y cada una de las resoluciones de la ONU, por lo que, tal como ya ha sido dicho en algún medio algo más independiente, ‘el nombre de “comunidad internacional” no se muestra tanto como un vacío, sino como una oligarquía militar-financiera»[iv].

Lo que sí es la primera vez que ocurre, es una matanza indiscriminada y sostenida, sujeta al escrutinio de muchísima gente a partir de los medios masivos como internet, no tan fácilmente controlables como la televisión y los periódicos, que hace tiempo han sido subyugados directamente a través de la compra venta, o indirectamente a través de la clientelización de las ‘agencias’ informativas, sujetas al mismo proceso de monopolización.

Esta vez, no hay ‘holocausto’ que pueda esconder dichas matanzas, a pesar de que desde los medios oficiales se intente levantar diferentes fantasmas, como la ablación y otras supuestas atrocidades cometidas por grupos de extremistas, que muy cerca del genocidio de Gaza, hacen su agosto gracias al auspicio, justamente de la cia y el mosad.

En todo caso, este consumado genocidio no parece un plan ‘judío’ de exterminio, a pesar de que en estos días también los neo-nazis hacen su agosto a partir de las atrocidades que se están cometiendo a la vista de todos en Gaza. Por el contrario, tal y como les gusta decir a los infames medios israelíes acerca de que Hamas usa a los civiles como ‘escudos humanos’ (¡a 2.000.000 de personas!), parece que la élite corporativa mundial (o sinarquía financiera) ha decidido usar a los judíos como escudos humanos de sus planes arteros.

El pueblo judío es una invención

La afirmación no es nuestra, sino del historiador israelí, Shlomo Sand[v], quien dice: “los actuales judíos provienen de pueblos paganos que se convirtieron al judaísmo lejos de Palestina, y por lo tanto no descienden de los antiguos judíos, […] La masa demográfica más numerosa es la de los jázaros (un pueblo originario de Asia central –del Cáucaso-, que se convirtió al judaísmo. De los jázaros provienen los judíos ashkenazis de Europa) […] los palestinos árabes -de habla árabe- (de religión musulmana, cristiana o judía) son los únicos descendientes de los antiguos judíos (hijos de Israel -o Jacob-).» Tesis que está respaldada además por recientes estudios genéticos[vi].

Por tanto, más allá de las razones o justificaciones ‘religiosas’ -lo que Marx llamó la ‘superestructura ideológica’-, al parecer los judíos (o los que se sienten tal -porque para colmo, la mayoría de los actuales judíos se definen ateos o agnósticos-) están siendo utilizados como escudos humanos para los ambiciosos planes de amplia escala de una élite mundial (no olvidemos que las zonas en guerra se extienden hoy por varios países -Siria, Iraq y Afganistán, por nombrar algunos-, donde se utilizan sofisticados instrumentos, de guerra, dignos de ‘la guerra de las galaxias’, como los drones). Y esta utilización viene dada por lo menos desde la segunda guerra mundial, dado que la justificación para la creación ex-nihilo del estado de Israel se dedujo del abandono de extensos grupos humanos a la maquinaria del nacionalsocialismo, financiada previamente por los mismos capitales que posteriormente brindarían a los sobrevivientes una ‘salida’.

El caso es que esta utilización viene dada a través de un adoctrinamiento constante de los israelíes; que nada tiene que envidiar a la propaganda de Goebels (de la que es co-responsable el sobrino de Freud, Edward Bernays -todo hay que decirlo-, quien además posteriormente sería nombrado en Estados Unidos, director del departamento de “Relaciones públicas” –un nombre eufemístico para evitar hablar de Propaganda o de Psicología de Masas[vii]); consistente en exacerbar el miedo a los supuestos peligros y amenazas a los que estarían expuestos los judíos por parte del mundo ‘que les odia’, a través del recuerdo permanente del ‘holocausto’, en un condicionamiento que raya en la psicopatología (denunciado valientemente por el escritor norteamericano Norman Finkelstein[viii] -descendiente él mismo de sobrevivientes de campos de concentración en Alemania-), lo que explica en parte la gran decepción que tuvieron una veintena de médicos europeos, que al hacer circular una carta denunciando los crímenes del régimen israelí, obtuvieron la firma de tan sólo un 5% de los académicos de esa misma nacionalidad[ix]. Y esto, cuando hasta hace sólo unas semanas, cada vez que se mencionaba a Heidegger, uno los pensadores más importantes del siglo XX, en cualquier parte del mundo, gran parte de la comunidad académica saltaba cacareando su supuesto nazismo, por haber asumido él la rectoría de una universidad alemana entre el año 1938 y el 1939, cuando los nazis aún ni siquiera habían empezado a cometer las tropelías que, una vez derrotados, se les achacó.

Justamente, a partir de los crímenes imputados a los nazis, ha predominado durante más de medio siglo, una versión de la historia impuesta incluso a fuerza de leyes ‘contra el negacionismo’, que en Europa, y en otros varios países del mundo, penalizan a quienes tienen la osadía de plantear una revisión de la ‘memoria histórica’, que de esa manera se ha transformado en un dogma jurídicamente blindado, y a partir del cual se ha concitado solidaridad, simpatía y apoyo a priori a la comunidad que había sufrido persecuciones en el pasado, y que hasta hace poco aún los convocaban, incluidos los israelíes, a pesar de los atropellos hace largo tiempo y permanentemente cometidos contra los palestinos.

Eso es lo que ha terminado de cambiar con los bombardeos de Gaza, y no sólo eso. Los misiles israelíes no sólo han hecho estragos entre los palestinos, pues, al igual que los disparos de sus soldados contra sus propios pies (para evitar ser enviados a Gaza -pese a que los pacifistas israelíes logran lo mismo sin necesidad de dañarse a sí mismos, sólo declarándose objetores de conciencia-), están socavando no sólo al estado israelí y a sus ciudadanos, sino que al propio ordenamiento internacional que le dio origen (que ya había sido herido de muerte a partir de la unilateralidad de la intervención americana en la segunda Guerra del Golfo), y para el cual los bombardeos israelíes son un tiro de gracia.

Para terminar, habría que decir que sólo hay algo tan o más indecente que los bombardeos israelíes, y que en último término también se vincula con éstos. En las palabras del economista chileno Max-Neef: “El rescate financiero es la mayor inmoralidad de la historia humana […]Lo que ocurrió desde octubre de 2008 es, a mi juicio, una de las peores monstruosidades de la historia. Con todas las especulaciones, la basura que vendían los bancos, absolutamente repugnante… de repente se ven en una situación crítica y hay que hacer todo lo imaginable e inimaginable para salvar a los delincuentes. O sea, no se salva a las víctimas, las víctimas no tienen ninguna importancia, lo que importa es salvar a los delincuentes, a los que provocaron la crisis. Y en cuestión de un par de meses logran juntar a nivel de todo el mundo, para salvar a esos delincuentes, del orden de diecisiete billones de dólares […] Si tú no tienes nada, perdiste la casa, perdiste tus ahorros, y yo te digo: ‘¡Pero sé más austero!’, se llega a lo que llegaron ustedes aquí en España; nunca había ocurrido, que en España llegara un momento en que muera más gente por suicidios que por accidentes de tráfico. Y yo pregunto, ¿esos suicidios eran realmente suicidios? ¿O eran asesinatos de un sistema económico perverso? ¿Qué manera tienes de ser más austero cuando no tienes nada? ¡Pegarte un tiro! ¡Esa es la máxima austeridad! Eres un patriota, porque ayudas a la economía al eliminarte. Esa es la situación. Para mí, desde un punto de vista científico, ético, moral, desde todo punto de vista, todo lo que ha ocurrido es una asquerosidad inconmensurable, y que va además contra el más elemental sentido común. ¿Qué lógica tiene hacer sufrir a una población hasta los extremos más indecibles para beneficiar a la economía? ¡Si la cosa es al revés! La economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía. ¡La economía no es Dios! Las consecuencias son que una economía como esta mata a más gente que todos los ejércitos del mundo juntos, pero no hay culpables. Todos esos muertos son muertos impunes.»[x]

Pues bien, los misiles israelíes cuestan una fortuna, al igual que los Patriots americanos, que cuestan cada uno 5.9 millones de dólares; tan sólo el wolframio de los misiles israelíes -llamado también tungsteno-, es uno de los metales más escasos del planeta, y por lo tanto, uno de los más caros. Todo eso para destruir, dañar y causar dolor, y subsidiado además por las remesas americanas que sostienen al ‘aliado’ de oriente medio, mientras una ciudad entera de Estados Unidos, la ciudad portuaria de Detroit (tradicional centro automotor)  entra en ‘default’, o, lo que es lo mismo, se declara en banca rota[xi]; o mientras las sociedades europeas hacen un ajuste tras otro, afectando las pensiones, y las cada vez más exiguas prestaciones sociales, empujando la privatización de áreas sensibles y estratégicas como la salud y educación; en oriente medio, una de las manifestaciones del sistema mundial corporativo, revienta misiles como quien dispara fuegos artificiales.


  [i] Ver “El hijo del general” http://vimeo.com/47629573

[ii] http://www.imemc.org/article/68526

[iii] Ver “El drama de Dresde” http://www.youtube.com/watch?v=PHain_KgVO8

[iv] http://www.elclarin.cl/web/opinion/politica/12515-los-nombres-de-palestina.html

[v] http://www.publico.es/internacional/121692/el-pueblo-judio-es-una-invencion

[vi] http://esmateria.com/2013/01/17/los-judios-vienen-del-caucaso-y-no-del-antiguo-israel

[vii] Ver “El siglo del yo”, http://vimeo.com/17879192

[viii] “La industria del holocausto”, http://vho.org/aaargh/fran/livres10/FINKindespa.pdf

[ix] http://actualidad.rt.com/actualidad/view/135214-carta-abierta-pueblo-gaza-israel-humanidad

[x] http://www.lamarea.com/2014/07/06/manfred-max-neef-el-rescate-de-los-delincuentes-financieros-es-la-mayor-inmoralidad-de-la-historia-de-la-humanidad

[xi ] El estado de Israel recibe desde los EE. UU. un subsidio anual de 3 billones de dólares, mientras que el estado de Detroit, recibe 0 dólares.

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