Sería alrededor del 2006 cuando, al terminar un yumu’a en la mezquita de un pueblecito cercano a Coruña, nos conocimos los únicos dos coruñeses musulmanes que frecuentaban esta yama’a. Llegados al Din acompañados de las comunidades de africanos establecidos en la ciudad desde hacía décadas, poco a poco fue surgiendo entre nosotros la idea y necesidad de crear un espacio donde poder, no sólamente cumplir con las obligaciones del Din (salat, eids, yumu’a…), sino poder hacer da’wa y hacer llegar el Din a la gente, y que comprendan que el Islam no son sólo formas externas, como chilabas y grandes barbas, sino que el Imán está en el corazón. Como dice el hadiz recogido por Imam Nawawi:
“Realmente Allah no mira ni vuestro cuerpo ni vuestra imagen, sino que mira vuestros corazones”
(Lo relató Muslim).
Hasta ese momento sólamente existía una única mezquita en un pueblo donde se impartían las jutbas en dariyah (árabe dialectal marroquí) y, aunque existía un buen ambiente, la comunicación con la sociedad, el da’wa y la posibilidad de aprender y formar gente era nula.
Cada vez tenía más fuerza en nosotros la creación de un espacio que sirviera de puente entre los musulmanes, el conocimiento y la sociedad donde vivimos. Llegó un día que ese ímpetu se trasformó en niya y en du’a; Jálid me dijo: “Además de desearlo y trabajar, vamos a confiar en Allah y pedírselo a Él, pero con seguridad y certeza. Ya verás cómo, insha Allah, responde”. Nunca dejamos nada atrás, comenzaron los du’as y a tantear a gente que nos pudiera ayudar.
Nos reunimos, con la idea primordial de que el idioma fuera el motor principal, pues era fundamental una mezquita donde todos estuvieran integrados y se hablara en castellano, de forma que, fuera cual fuera tu origen, pudieras beneficiarte de las jutbas y, además, se generara un ambiente positivo.
La reunión concluyó con un grupo de personas comprometidas en arrancar este proyecto, dando como resultado que en una semana escasa ya teníamos local y pudimos celebrar nuestro primer yumu’a. Y no solamente eso, acto seguido el Salat At-Tarawih, ya que nos cogió la cercanía al Ramadán durante este proceso. Incluso no hubo que variar ninguna pared del local, ya que estaba enquiblado.
Empezamos haciendo la jutba en árabe, leyendo después la traducción al español. Pero nuestro imam tuvo que trasladarse y nos quedamos sin él. Y tomamos la decisión de hacer las jutbas nosotros mismos, memorizando la introducción y las súplicas finales en árabe, haciendo el corpus central en español (excepto las partes de Corán y Hadiz); siendo una sorpresa enorme la aceptación que tuvimos, y que seguimos teniendo, ya que no para de crecer el número de personas que asiste a nuestro yumu’a, donde, para asegurarnos al máximo de no cometer fallos, hemos decidido utilizar las jutbas de Shaij Ahmed Bermejo, imam de la Mezquita Mayor de Granada, y así protegernos ante cualquier posible error. Gracias a Allah, esta mezquita sunni de A Coruña es una realidad estable.
Alhamdulillah, no hemos tenido problemas vecinales ni en los alrededores, siendo la ubicación de esta mezquita bastante céntrica y no en ningún extrarradio, para que, así, esté cercana al máximo posible de fieles que vengan a rezar.
Actualmente estamos trabajando para traer un ‘alim, un imam del madhab máliki con amplio conocimiento. Y estamos a punto de conseguirlo, ¡alhamdulillah! Nuestra idea es formar círculos de conocimiento y trabajar en la formación de un Islam auténtico y tradicional.
Deseamos un gran salam para todos aquellos que puedan haber leído este artículo y, sobre todo, a aquellos que luchan por establecer el Din, haciendo que germine en los corazones de la gente el amor por nuestro Profeta Muhámmad, salallahu alayhi wa salem.