El sábado 1 de junio hubo manifestaciones contra la Troika en toda Europa, estas quedaron relegadas a un segundo plano por los recientes acontecimientos en Turquía, sin duda mucho más llamativos. No por esto se les debe restar importancia a las demostraciones anti-Troika.
Para algunos de aquellos que las presenciamos en vivo, o al menos a una de ellas por las limitaciones físicas propias del espacio, lo que sobresale es la variedad de gente que atendió estas concentraciones y algunas de las pancartas que portaban los asistentes.
Sobre lo primero cabe destacar que aquellos que protestan por la situación económica no son un grupo aislado a los que se les puede encasillar, sino más bien un conglomerado social donde hay gente de diferentes estratos sociales e incluso con diferente ideología pero a los que la aberrante situación económica, la perdida de libertad a causa de esta y el desmantelamiento de casi todos los servicios sociales consigue reunir en un mismo lugar y hora.
Por otro lado las pancartas mostraban frases algunas de las cuales no se les puede restar razón…
Aunque quizás una de las cosas más llamativas eran los dos coches de policía que acompañaban la manifestación, uno delante y otros detrás. Casi como recuerdo de quién ostenta el poder y de que por mucho que salgamos a la calle estás demostraciones tiene poco impacto en las decisiones de las grandes corporaciones, bancos y gobiernos.