En medio de un debate social sobre la nueva reforma educativa llega la Troika a España. Parece que su oportuna llegada fuese una muestra más de su intervencionismo y que a partir de ahora también la educación fuese a dejar de ser competencia del Gobierno. Claro está que queda probar hasta donde es esto cierto, pero lo cierto es que cada Gobierno nuevo propone una nueva reforma educativa para afirmar su base ideológica en la educación.
Pero como decíamos ha llegado la Troika a España a revisar las cuentas de la nación y ver si hemos llevado a cabo los ajustes necesarios para concedernos más préstamos. Si cogemos la educación como ejemplo creo que nos daremos cuenta de que sí: en 2009 el gasto para educación era de 12.920,49 millones de euros, a día de hoy está en 1.944,73.
Y es que la deuda no perdona; y lo que ha venido a revisar la Troika es precisamente eso, si seremos capaces de devolver los préstamos. En los últimos días la deuda ha superado el 87,8% del PIB, es decir, que de toda la riqueza que produce España en un año el 87,8% no le pertenece. Por suerte solo una parte de esto va a financiar la deuda, o mejor dicho, los intereses de la misma.
Lo que fascina y asusta de esto son los números. La deuda española en el primer trimestre del 2013 asciende a 923.311 mill., o lo que es lo mismo, el 87,8% del PIB de todo el año, y se acerca al límite de lo que los economistas consideran insostenible para que un país pueda funcionar: una deuda que supere el 90% del PIB. Si dividimos esto por la población de España cada familia española debe 53.425,88 euros y la deuda pública per cápita es de 20.413,38[i] euros. Si multiplicamos esto por 46.067.258 millones de personas yo también iría a asegurarme que hacen lo necesario para pagarme. Los mafiosos mandan matones los bancos a la Troika.
[i] Datos tomados de: http://www.economicas.udc.es/varela/?q=reloj_deuda