La sociedad de la usura

La corrupción se ha hecho patente en la tierra a causa de lo que las manos de los hombres han adquirido, para hacerles probar parte de lo que hicieron y para que puedan echarse atrás. (Sura de los romanos -30:41-)

Vosotros que creéis! Temed a Allah y renunciad a cualquier beneficio de usura que os quede, si sois creyentes.

Y si no lo hacéis, sabed que Allah y Su Mensajero os han declarado la guerra. (Sura de la vaca -2:278,279-)

Estamos asistiendo en estos momentos históricos a una guerra cruel entre las grandes élites financieras -o para ser más exactos usureras- del mundo y vemos como poco a poco han ido apareciendo indicios que muestran cómo una gran parte de la humanidad ha sido convertida en conejillos de indias sin ni siquiera darse cuenta y está siendo utilizada como peones en una gran partida de ajedrez que muchos ni siquiera saben que se está jugando y otros solo tenemos leves, pero claros indicios.

Puede que alguien me acuse de tener demasiada imaginación, pero la palabra de Allah es real y los suras que he mencionado en los primeros párrafos se han hecho evidentes en nuestra época de manera universal, hasta que hemos llegado a un punto que ninguna mente en siglos pasados habría osado imaginar, entre otras cosas debido a ese fenómeno que hemos dado en llamar globalización.

La atmósfera se ha contaminado alrededor del globo terrestre, los mares, que siempre se habían  considerado la última reserva casi imposible de degenerar, se han llenado de basura y en los últimos meses hemos asistido estupefactos al arresto domiciliario de millones de personas alrededor del mundo con la excusa (real o no) de un gran peligro para la salud humana.

Una plaga, como ninguna otra conocida pues supuestamente ha afectado a todo el planeta, si bien hay serias dudas de que los test utilizados para determinar la enfermedad sean del todo fiables.

Es cierto que la sunna del Mensajero de Allah es no salir de una ciudad donde se ha declarado una epidemia ni entrar en una donde se esté padeciendo, a fin de no seguirla extendiendo,  pero jamás en la historia nadie había decretado detener la vida cotidiana, con todo el daño social, económico, emocional, psicológico y para la salud en general, que esto acarrea, y todo en aras de detener la muerte; pero la muerte, los musulmanes sabemos que está decretada y si te tiene que llegar te encuentra allá donde estés.

Los gobiernos de prácticamente todos los países no son más que una mera apariencia que engaña a las masas haciéndolas creer que de alguna manera son partícipes en el proceso de gobierno, pero esta crisis ha dejado al descubierto la verdad y ha evidenciado que ellos no son los verdaderos gobernantes sino que actúan bajo presiones exteriores de poderes económicos internacionales, así pues no pueden ser ellos el blanco de nuestras flechas, Allah se encargará de ellos y les dará lo que les corresponde por haber servido a sus amos en lugar de servir a sus pueblos que era la misión de gran responsabilidad que se les había encomendado.

Él es Quien os hizo representantes Suyos (Califas) en la tierra. {Sura Al-Fatir (el Originador) -35:39-}

Sin embargo Allah nos ha dado a nosotros los musulmanes una gran responsabilidad, nosotros tenemos el gran honor de ser califas de Allah en la tierra, no peones  de la codicia de nadie y hoy más que nunca hemos de ponernos a Su servicio “La baika Allah”.

Las guerras ahora no se ganan en el campo de batalla. Las armas actuales son tan sofisticadas y letales que no dejan ningún espacio al honor ni al valor de los hombres y mucho menos se ganan con actitudes nihilistas destruyendo la propia vida -que es una amana que Allah nos ha dado- junto a la de unos cuantos inocentes .

Esta guerra es económica, hemos visto como en pocos meses se ha destruido la mayor parte de la economía de muchos países dejando a millones, posiblemente cientos de millones de personas sin medios de supervivencia, pero es natural: toda la economía del llamado “primer mundo” está basada en la usura.

Desde la omnipresencia generalizada de los bancos en todas las transacciones monetarias, al comportamiento de los grandes supermercados que compran cosechas que todavía no se han madurado o producciones manufacturadas al completo, siendo ellos quienes marcan el precio en lugar del productor, hasta los contratos leoninos de las mutinacionales que nos venden servicios de telefonía o electricidad que tenemos que aceptar sin muchas veces saber siquiera cuales son las condiciones – por supuesto bien redactadas por su equipo de abogados e ininteligibles para la gran mayoría de nosotros – TODO está dominado y regido por la usura a la cual Allah ha declarado la guerra.

Y nosotros, los musulmanes del mundo entero nos hemos ido dejando adormecer dulcemente entre las olas y el arrullo de la sociedad usurera y sin darnos apenas cuenta hemos ido cediendo espacio. Ya lo dice el hadiz: “Llegará un tiempo en que el polvo de la usura lo cubrirá todo”… y hemos ido cebando a la bestia al igual que todos los demás: guardando los ahorros en el banco, pidiendo préstamos para pagar nuestras casas y con múltiples pequeños actos que todos realizamos sin pensar.

En cuanto a los verdaderos gobernantes, “la élite usurera” no estarían donde están si no se lo hubiéramos permitido todos nosotros, musulmanes o no: “cada pueblo tiene los gobernantes que se merece”. Esto debería hacernos pensar.

Nos amenazan con un miedo constante, con enfermedades universales, con pérdida de nuestra libertad, con el hambre y la pobreza para quien no acate sus directrices, con vacunas obligatorias que no sabemos si nos van a curar o nos van a enfermar más, nos amenazan con el ostracismo social para nuestros hijos y a nosotros mismos teniendo que cerrar nuestras mezquitas, abandonar nuestras reuniones y dejar de visitar y abrazar a nuestros allegados y un largo etc que ya conocemos.

Y yo me pregunto: Si los musulmanes tenemos todo un sistema completo y claro de cómo deben de ser nuestras transacciones económicas, –muamalat–  si tenemos indicaciones claras y un modelo de redistribución de la riqueza acumulada –zakat– si somos ¼ de la población mundial y somos poseedores (algunos) de grandes capitales, negocios florecientes (otros) buenos trabajadores honestos y capaces (muchos) ¿Cómo hemos llegado a esta situación universalizada de vernos dependientes de la usura imperante y vapuleados por sus vaivenes y despropósitos? ¿No será que nos hemos olvidado de lo que Allah nos ha ordenado y hemos dejado de darle la importancia que tiene y hemos cedido nuestro lugar de Julafah y hemos permitido que se extienda la corrupción en la tierra sin hacer nada por evitarlo? ¿No será que hemos dado más realidad al poder de los hombres que al poder de Allah?

Sin embargo: Es verdad que Allah tiene poder sobre todas las cosas (Sura de la vaca -2:20-)

A todas esas preguntas no podemos más que contestarnos cada uno de nosotros con total sinceridad y ser conscientes de la parte de responsabilidad que todos tenemos en lo que está pasando y por supuesto en todo lo que está por venir y Allah sabe más. También deberíamos preguntarnos en esta guerra, que es real nos guste o no, de qué lado queremos estar.

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