La riqueza, el derroche y la moderación

peninsula de noche espacio

Allah en su noble Corán dice acerca de los siervos del Misericordioso:

Y aquellos que cuando gastan, ni derrochan ni son avaros, sino un término medio entre ambas cosas. (Sura del Discernimiento 25:67)

Hoy en día en occidente uno de los principales asuntos preocupantes es la gestión de la riqueza y el mal uso que se le llega a dar en muchas ocasiones. Esta falta de moderación es uno de los motivos intrínsecos que han conducido a la situación actual, por lo menos en occidente, con las consabidas crisis económicas. Este derroche se da tanto en gobiernos, empresas y organizaciones como en los ciudadanos. Ya sea por una falta de consciencia a la hora de adquirir costumbres «cómodas», de permitirse caprichos por el hecho de poder hacerlo o simplemente por ostentación entre otros motivos, la incorrecta utilización de la riqueza no conduce a nada bueno.

Observamos constantemente como todo tipo de tramas de corrupción y uso indebido de la riqueza, propia y ajena, en nuestra sociedad. Estos casos pueden servir de ejemplo para aquel que desee reflexionar acerca de las consecuencias que genera la falta de ética y de principios en nuestra sociedad, es más, incluso en muchos casos el simple hecho de no tomar conciencia de las consecuencias de nuestros actos. Esto está presente ya sea que observemos la cada vez mas grave situación de muchísima gente por debajo del umbral de la pobreza, o los efectos en nuestro entorno del gasto desmesurado y sin trabas.

Allah nos llama en esta aleya mencionada anteriormente  y en otras, a que tengamos discernimiento en todo, incluido por supuesto en como gestionamos la riqueza que él nos da, pues nos provee con unos medios para  un fin y debemos ser cuidadosos, y estar atentos para descubrir cuál es el uso adecuado para el que se nos ha concedido el privilegio y la tarea de gestionar lo que se nos da.

Y no tengas el puño cerrado, asfixiándote, ni lo abras del todo, pues te quedarías reprobado y desnudo. (Sura del Viaje Nocturno 21: 29)

Es importante por lo tanto recordar, a la hora de gastar en cualquier cosa sea de la naturaleza que sea, la moderación. Esta se alcanza tomando  consciencia y distinguiendo entre cuáles son necesidades reales y que es por capricho, por un hábito prescindible tomado de forma inconsciente o simplemente por ostentación.  Y es importante destacar como queda dicho en las aleyas anteriores que esta moderación es para el gasto incluso a la hora de dar por generosidad, pues el exceso inconsciente no es correcto.

Es importante tener presente en nuestro día a día, sobre todo viviendo entre gente que derrocha, la moderación en todos los sentidos. Buscando en ello el favor y la generosidad del Misericordioso

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