La pandemia nos ofrece una oportunidad

La vacunación múltiple masiva implica deuda nacional enorme. El endeudamiento nacional exponencial implica aumento mundial de la deuda pública.
Eso significa la perpetuación de la esclavitud por las deudas y el enriquecimiento y prosperidad de los oligarcas de las corporaciones y del Banco Mundial.

Después de haber logrado crear una percepción de que existe una pandemia real, a pesar de la oposición y resistencia de numerosos grupos de médicos, investigadores, profesionales de la salud y científicos, etc. ahora la ambigua niebla inicial ha dado paso al propósito real, sin ningún disimulo.

Para imponer la idea de que la vacunación sea obligatoria, y con ello legitimar la deuda astronómica necesaria para comprar las vacunas es preciso la imposición de un control de movimientos. Se va a exigir que las personas muestren algún tipo de identificación de vacunación para poder desempeñar sus actividades diarias normales, como comprar en un supermercado, …etc. El control de movimientos se hará más riguroso mediante el control financiero, es decir, el control de todos los movimientos de dinero por medio de las transacciones sin efectivo. En la sociedad sin efectivo, las transacciones financieras digitales se pueden controlar y monitorear para cualquier propósito, como por ejemplo para restringir la posibilidad y la libertad de realizar transacciones para aquellos que no cumplen con la vacunación.

La sunnah de Allah siempre ha sido hacer avanzar al Din a través de los enemigos del Din.

Esta imposición desde el exterior va a provocar una chispa en el interior en las personas que aun tienen vivo en su interior algo de la fitrah, que aún permanecen fuertes para proteger su libertad. Reconstruirán el comercio local y el trueque, o el uso de cualquier moneda de metales preciosos, como una forma de librarse del control financiero sin efectivo.

Apoyarán a los comerciantes locales obteniendo los alimentos y procurándose las necesidades esenciales para liberarse del monopolio logístico de las grandes superficies y los supermercados.
Pondrán énfasis en las transacciones personales y boicotearan a la cultura fría y deshumanizada del supermercado.
Cimentarán relaciones personales con los comerciantes locales.
Revitalizarán e intensificarán el comercio real y apoyarán a las huertas, las fincas y las granjas locales para satisfacer las necesidades básicas de sus familias.

Recuperarán y fortalecerán las prácticas naturales y saludables en el comercio.

A través de ello, generaran solidaridad, lealtad y verdadera hermandad en pequeñas comunidades. Ejercerán su capacidad de soberanía en las comunidades locales, en las que es posible cambiar cosas y vivir con plenitud.

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