La conformación histórico-cultural de los pueblos latinoamericanos ha sido compleja, cuyo resultado ha sido una mezcla de elementos provenientes de tres grupos culturales fundamentales: los españoles, los africanos y los indígenas. Sin embargo, la identidad cultural latinoamericana se ha mantenido vaga e indefinida en la mayoría de los países, lo cual ha despertado en muchos sectores de la sociedad latinoamericana una búsqueda de nuevas identidades con profundas raíces históricas. Por ejemplo, los indígenas de Centroamérica no están conformes con su identidad actual, y continuamente emprenden una búsqueda de la identidad proveniente de sus ancestros precolombinos.
En las renovadas búsquedas de identidad, los latinoamericanos pueden encontrar el Islam en sus raíces históricas, ya que constituye un elemento antecesor de dos de las culturas sobre las cuales está construida la identidad latinoamericana: la española y la africana. Esto constituye una ventaja para el Islam en su expansión por América Latina.
Durante los siglos VIII-XV España fue escenario de una edad dorada para el Islam, constituyendo un elemento de gran peso en la conformación de la identidad cultural española. A pesar de que el Islam fue despreciado por los posteriores reyes cristianos al suprimir los elementos religiosos, el Islam moldeó la cultura moro-hispana que luego sería exportada a América Latina. De ese modo, el Islam es un participante indirecto, o de segundo grado, en la conformación de la identidad latinoamericana.
De igual manera ocurre con la cultura africana. La mayoría de los esclavos provenientes de África no eran musulmanes, sino animistas. Sin embargo, colonias de esclavos musulmanes, en su mayoría pertenecientes a la etnia Mandika provenientes del oeste de África se establecieron en Brasil, Perú y Panamá, y a pesar de que eventualmente abandonaron su religión, sectores descendientes de estos esclavos se han mantenido apegados a la religión de sus ascendientes.
Los vacíos de identidad en muchos de los sectores de la latinoamericana han impulsado una búsqueda de nuevas identidades en raíces históricas, y a partir de esta condición, el Islam ha fundamentado gran parte de su estrategia expansiva en América Latina.
LAMU (2000) hace énfasis en las raíces islámicas de los españoles, y exhorta a los latinoamericanos a buscar su identidad perdida por medio del Islam. Del mismo modo, los grupos islámicos de Perú y Brasil buscan la identidad islámica perdida de los esclavos africanos Mandika, así como la Nación del Islam en EE.UU. en busca de una nueva identidad africana.
Autor: Gabriel Ernesto Andrade
Profesor de la Escuela de Sociología. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad del Zulia.
Fuente: http://revistas.luz.edu.ve/index.php/op/article/viewFile/2470/2393