“Di: Él es Allah, Uno. Allah, el Señor Absoluto. No ha engendrado ni ha sido engendrado. Y no hay nadie que se Le parezca” (Sura de la Adoración Pura, 1-4)
Otros dos pasajes representativos que hablan de la naturaleza de la Unidad Divina son en primer lugar la Ayat al-Kursi de la Surat al-Baqara:
“Allah no hay dios sino Él, el Viviente, el Sustentador. Ni la somnolencia ni el sueño Le afectan. Suyo es cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. ¿Quién puede interceder por alguien ante Él si no es con su permiso? Sabe lo que hay ante ellos y lo que hay tras ellos; y no abarcan nada de su conocimiento que no sea lo que Él quiere. El Escabel de su trono abarca los cielos y la tierra y no Le causa fatiga mantenerlos. Y Él es el Elevado, el Inmenso” (Sura de la Vaca, 255)
Y el segundo pasaje es el comienzo de la Surta al-Hadid:
“Todo lo que hay en los cielos y en la tierra glorifica a Allah y Él es el insuperable sin igual, el Sabio. Suya es la soberanía de los cielos y de la tierra, de la vida y de la muerte y es poderoso sobre todas las cosas. Él es el Primero y el Último, el Manifiesto y el Oculto y es Conocedor de todas las cosas. Él es quien creó los cielos y la tierra en seis días y a continuación se asentó en el Trono. Conoce lo que entra en el seno de la tierra y lo que sale de ella, lo que cae del cielo y lo que a él asciende. Y está con vosotros donde quiera que estéis. Allah ve los que hacéis. Suya es la soberanía de los cielos y de la tierra y a Allah regresan los asuntos. Hace que la noche penetre en el día y que el día penetre en la noche y es el Conocedor de lo que encierran los pechos” (Sura del Hierro, 1-6)
La creencia en Allah es el corazón del Islam y es esencial para lograr el objetivo fundamental de la vida humana. Hay muchos no-musulmanes que declaran creer en Dios, pero son muy pocos los que pueden dar una definición coherente de la deidad en la que creen. El conocimiento de lo que se puede decir sobre la naturaleza de la Unidad Divina ha sido siempre un elemento esencial en la enseñanza islámica y, ya desde el principio, la comprensión de lo que puede o no decirse sobre Allah ha sido obligatorio para todo musulmán. Las fuentes coránicas eran la base de todas las formulaciones que exponían los eruditos de los primeros días del Islam.
Fuente: Libro ‘Islam: creencias y prácticas básicas’.