Es la hora de la resistencia

Arresto domiciliario forzoso y privación de libertades básicas de reunión, de trabajo y de culto: esas son algunas de las medidas que se han impuesto sin fundamento jurídico.

Después de las escandalosas manipulaciones de los medios de comunicación y las redes de internet durante la Guerra contra el Terror, la primavera árabe, el Brexit y las últimas elecciones de EE. UU., las sucesivas pandemias orquestadas del SARS, el ébola y la gripe aviar, ahora este episodio de ley marcial mundial por un virus.

Después de los drásticos recortes a las prestaciones sociales que los gobiernos occidentales impusieron como resultado de la crisis de la burbuja financiera del 2008/2009 que han erosionado el principal logro de la Europa de la posguerra, “el estado del bienestar”, ahora este experimento a escala mundial de supresión de los derechos elementales de movimiento, comercio y producción, reunión y libre circulación. Si esto se tolera pasivamente estaremos perdiendo los pocos logros que aún quedan en pie, derechos cívicos ganados durante décadas de lucha y resistencia cívica, estaremos permitiendo que se acabe de desplomar lo poco que queda de un sistema de garantías, de derechos y libertades del que hemos presumido y en virtud del cual la civilización Occidental ha colonizado a medio mundo y ha ejercido autoridad moral sobre el mundo subdesarrollado.

Pero los gobiernos están siempre al servicio de los bancos y de las grandes corporaciones, con un ojo puesto, eso sí, en evitar la sublevación social y el caos, y, siempre que eso esté más o menos controlado, la prioridad es rescatar a los bancos, mantener los privilegios de las grandes corporaciones, asegurar sus beneficios gigantescos y no dejar que sufran. Además, tienen la desvergüenza de argumentar que eso es necesario, imprescindible, para la estabilidad de la economía.

Con el confinamiento forzoso de la población de este fatídico año 2020 y con la campaña de miedo al contagio, a la enfermedad y a la muerte, que instigan instintos básicos y primarios, se está preparando a las masas, creando una excusa  para la vacunación obligatoria y forzosa[1], se están llenando las arcas de las grandes compañías farmacéuticas, y se está haciendo a la gente más y más dependiente de las redes de internet, el 5G, con sus perjuicios a la salud, y de las transacciones, así como la información, controladas por los grandes consorcios tecnológicos: Google, Amazon, Microsoft, Facebook.

El sistema está corrupto, no solo en el sentido de la deshonestidad de los individuos en los cargos públicos y de la inmoralidad de los accionistas, propietarios y ejecutivos de las corporaciones y los bancos (hay multitud de documentales, películas e incluso series de televisión, así como declaraciones en los medios de comunicación que dejan bien al descubierto la ideología depredadora de esos individuos[2]), sino que el sistema está corrupto principalmente en el sentido de la hipocresía de la fachada, de los argumentos, la falsedad de la narrativa, preparada cuidadosamente para convencer y aplacar a las masas, un discurso del que se alimentan noticias, discursos y razonamientos de la clase política a la población, eso por un lado, y por el otro, las verdaderas motivaciones de la política, así como la lógica inmoral de las decisiones de los gobiernos, que favorecen a los más ricos y al mismo tiempo procuran solamente evitar la explosión y la rebelión de los ciudadanos.

Medidas restrictivas, cada vez más control, cada vez más dependencia y cada vez menos libertades.

Es sorprendente que los gobiernos de los países musulmanes estén siguiendo al pie de la letra las directrices de la OMS y sin más contemplaciones se han atrevido, por primera vez en la historia, a cerrar todas las mezquitas e incluso los dos Santuarios protegidos de Meca y Medina.

Si bien las poblaciones musulmanas de muchos países han dado un ejemplo de solidaridad, generosidad, sacrificio y ánimo en estas circunstancias, queda patente que los musulmanes de Occidente tenemos que tomar el liderazgo en nuestras manos, tenemos nuestra confianza puesta ahora únicamente en Allah y es nuestro momento.

Es la hora de la resistencia activa. Es la hora de afirmar nuestro derecho de nacimiento y también nuestra obligación, por el mandato de Allah, de vivir con sentido y de vivir en comunidades libres, con verdadera hermandad, compartiendo lo material y lo espiritual (reuniéndonos a adorar y a alabar al Creador y ahondar en nuestra comprensión y conocimiento). Es la hora de volver a formas naturales y justas de comercio, es la hora de abandonar a los banqueros y a sus telas de araña, es la hora de volver a usar un medio de cambio de valor real.

Todo lo que necesitamos está al alcance de la mano. No es tanto una cuestión de qué hacer como de “ser”. Nuestro trabajo no es destruir ni distraernos con la critica ni con la queja. La queja es debilidad y la critica es una trampa que paraliza.  Nuestra tarea es construir. Construir una forma de vivir, basada en la lealtad y la unión de gente que reconoce la absoluta soberanía de Allah y Su Misericordia. Que ama al mensajero de Allah, que Allah lo bendiga y le conceda paz, y lo toma por modelo.

Es hora de dar la espalda a toda la fantasía faraónica, mágica -y en realidad endeble- de un sistema anti-natural y volver a asentar nuestras vidas sobre lo verdadero, lo justo y lo equilibrado.

Las puertas de la prisión están abiertas.

Lo único que hace falta es tener voluntad de salir.

 

[1] Quien quiera ver en detalle el plan –presentado por el MIT, Instituto Massachusetts de Tecnología, para hacer obligatorio vacunarse, con un sistema de control: un nano-chip inyectado en el cuerpo del paciente junto con las vacunas…. Parece ciencia ficción, pero es un plan muy trabajado, financiado por la Fundación Bill y Belinda Gates y el Instituto Koch– que lea este breve artículo   https://news.mit.edu/2019/storing-vaccine-history-skin-1218?fbclid=IwAR2rDB_nuhwNIsiTOtjQTSsMOnA48WTYD4IEKrKhUs7fya5SBZj3WS5CbI0

[2] Este video breve de poco más de tres minutos es una entrevista de la BBC a un bróker de Wall Street en 2011, una buena muestra: https://www.youtube.com/watch?v=tb5dxWwpigE

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