El precio gratis que asusta

El internet de lo real

Este es el Internet gratuito, hacemos de todo aquí, conectamos con amigos en Facebook, buscamos información en Google, y todo es gratis, sí gratis. Pero ¿cómo hacen estos sitios para ganar dinero? Te lo diré, pero puede que no te guste hasta dónde podemos llegar.

Este es el Internet de lo real: la verdad es que estos servicios no son gratuitos en absoluto; pagas por ellos con tu identidad, cuando usas Facebook registran todo lo que haces, las páginas que te gustan, las personas con las que interactúas, incluso las palabras utilizadas en tus actualizaciones de estado; entonces toman esa información, la analizan y montan un perfil detallado de quién eres. Saben tus hábitos, tus preferencias; pueden determinar la tolerancia al riesgo o la orientación sexual y luego venden esa información a anunciantes que no conocemos. En realidad, no sabemos hasta dónde llegan los tentáculos de Facebook. Registran los anuncios que visitamos; luego se asocian con empresas que monitorean lo que hacemos en el mundo real. Este tiene que ser uno de los sistemas más invasivos de publicidad jamás concebidos. Facebook puede determinar quiénes son los más vulnerables a una campaña publicitaria; luego, aumentar sus dosis hasta que compren más aún. Puedes dejar Facebook, pero buena suerte si pretendes escapar de Google.

Google no solo te rastrea cuando usas su software de búsqueda, también se instala en más de diez millones de sitios web, incluso sitios médicos, de modo que la información médica que piensas que estás consultando en privado, Google tiene un asiento de primera fila, y esto no es todo, siempre que usas Gmail, que miras YouTube o utilizas Google Maps, Google recoge tus datos. Aún no sabemos el alcance total de lo que Facebook y Google almacenan o lo que hacen con ello; lo que sabemos es que es una recopilación de datos a escala sin precedentes y haciendo miles de millones con ella. Ese es su modelo de negocio real. Ellos nos monetizan cuando usamos estos sitios: no somos el cliente, somos el producto.

El hecho de que estos sitios sean gratis es el problema. Cuando la web fue creada, los usuarios decidimos que preferiríamos no pagar con dinero por los servicios que utilizamos; como resultado, los sitios web han tenido que vender anuncios para hacer dinero, publicidad dirigida en función de nuestras preferencias, basadas en nuestro comportamiento en línea, y eso significa que estamos bajo constante vigilancia a cambio de estos servicios que obtenemos gratis. Ahora, una de cada seis personas sobre la tierra tiene cuenta en Facebook; todos ellos constituyen el 20 % de todo el tiempo gastado en Internet, 1,6 mil millones de personas, de quienes cada movimiento está siendo rastreado por un Gran Hermano al que ellos mismos han elegido estar expuestos online.

¿Quieres saber cuánto le suponen tus datos personales a Facebook? Cada usuario que vigilan le cuesta 12 dólares; tus intereses, tu personalidad, tus relaciones, tu intimidad, estas cosas no tienen precio, pero tú las diste solamente para evitarte pagar 12 dólares.

Realmente, existe poca gente que defienda los derechos de privacidad y se interese de una forma altruista en que todo el mundo esté informado sobre estos métodos. Sirvan, como broche final, estas esclarecedoras palabras de Edward Snowden:

[…] nuestro léxico, las palabras que usamos, las frases, la propiedad privada significan algo que te pertenece a ti, y no a la sociedad. Si eliminamos la privacidad, estamos eliminando la individualidad, nos estamos deshaciendo del yo, estamos diciendo que no nos pertenecemos a nosotros mismos, sino a la sociedad, y esto es algo fundamentalmente peligroso, porque cuando entras en esa mentalidad, donde los derechos no importan porque no los estoy usando en este momento, no entiendes por qué tenemos derechos.

(Edward Snowden en entrevista con Jimmy Wales en lanzamiento de WikiTRIBUNE)

es.wikitribune.com/article/876/

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