Egipto ‘game over’

Egipto 'Game Over'

El ejército egipcio da un golpe de estado y derroca a Mursi. Parece que una vez más dejan claro que ellos son los que mandan en el país y que la democracia ha sido un juego de distracción. Egipto es el fracaso del partido de los Hermanos Musulmanes y su islamismo político y es el fracaso de la democracia.

En el número 23 de este periódico, el correspondiente a noviembre-diciembre del 2012, en un artículo titulado ‘Waqf y nomos’, se publicaba lo siguiente: “después de la caída de Muabarak, tan aclamada en Occidente como el principio de la democracia en Egipto, se plantea un tema muy peliagudo, y es que el ejército controla un gran número de propiedades, de las cuales vive y a las cuales defiende”.

Pues bien, ha quedado claro que todo el teatro de las elecciones para elegir un presidente no ha sido más que eso, una obra con un guion previamente escrito y con un director: el ejército. Todo iba bien hasta que uno de sus actores principales, Mursi, decidió improvisar, en ese momento el director ha entrado en escena para procurar devolver a este actor a su papel y, al ver que se resistía, han decidido cambiar de actor principal. Aquí es cuando entra el golpe de estado.

Y si bien toda obra tiene un director, en este caso el ejército, también tiene un productor, el que pone la pasta. En esta obra se llama EE. UU., que contribuye con ayuda económica, principalmente en materia militar, con la nada despreciable cifra de mil quinientos millones de dólares; Egipto es el segundo recibidor de ayuda de los EE. UU. después de Israel. Israel es otro de los actores en la sombra, ya que comparte frontera con el país del Nilo, y al que le es más beneficioso un país con un gobierno secular controlado por el ejército que uno teóricamente islamista. Israel es el gran ausente en los medios de comunicación cuando se habla de Egipto, pero esa ausencia no hace más que confirmar su presencia oculta ¿o es que creemos que Israel, un estado que sufre de una terrible panofobia y esquizofrenia social entre pueblo elegido y pueblo despreciado, iba a dejar al “libre albedrío” a un país vecino?

Lo que ha ocurrido en Egipto es un golpe de estado militar que sigue todos los pasos del manual. Las masas confusas gritando desde Tahrir “no es un golpe” no hace más que confirmar este hecho. La apología democrática de algunos medios occidentales choca frontalmente con la realidad: ¿el ejército cumpliendo la voluntad del pueblo? Todo los golpes de estado, da igual donde hayan tenido lugar, han usado la misma retórica. La peculiaridad de Egipto es que nada ha cambiado desde Mubarak, y Mursi no ha sido más que un actor principal que ha intentado improvisar. El ejército tenía el poder durante la época Mubarak, lo siguió teniendo durante el paréntesis de Mursi y lo sigue ostentando ahora. La democracia ha sido el medio que ha usado para dar la apariencia de cambio.

Para terminar está la ideología de los Hermanos Musulmanes, que como Islam no es muy fiable  y como política es un abierto fracaso, llevan más de cincuenta años igual.

Y aún nos queda una posibilidad más que observar: lo que ha pasado en Egipto es lo que la coalición de Occidente-medios de comunicación-corporaciones está intentando provocar sin éxito en Turquía, y un experimento a tener en cuenta: como derrocar un gobierno elegido de forma democrática y aún llamar a esto proceso democrático.

Pero no hay nada que resuma mejor la situación que la foto que ilustra este artículo. Sobre un edificio de la plaza Tahrir se proyecta con láser “Game Over”. El juego ha terminado.

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