El Viviente, el Sustentador

El Viviente, el Sustentador
El Viviente, el Sustentador

Dice Allah: “Él es el Viviente, no hay dios sino Él” (Sura de Ghafir, 65). Es decir: Él es el Viviente, no otro, porque Su vida es esencial en Él, necesaria por la necesidad de Su esencia, permanente por su permanencia; contrariamente a la vida de otro, que es metafórica, perecedera. De manera que la vida de los seres deriva de Su vida y se mantiene por la existencia de Su esencia. Y a causa de la necesidad de los seres creados de Su vida para mantenerse va unido a él el nombre de Al-Qayyum (el Sustentador) en muchas aleyas. Al-Qayyum es Aquel que se mantiene a Sí mismo y por el que todo lo demás se mantiene.

Dice Allah en el Corán: “Allah, no hay dios sino Él, el Viviente, el Sustentador” (Sura de la Vaca, 255).

La existencia de algo por sí mismo es su vida completa y la existencia de algo por otra cosa es una vida anexa a esa otra cosa. De manera que el Real, sea glorificado y ensalzado, existe por Sí mismo y es el Viviente, y Su vida es la vida completa y no le afecta la muerte. Y el que sabe que Él es el Viviente que no muere, se confía en Él, como dice Allah, sea ensalzado: “Y confíate en el Viviente que no muere y glorifica con Su alabanza” (Sura del Discernimiento, 58). Y dice Allah, sea ensalzado: “Ni la somnolencia ni el sueño Le afectan” (Sura de la Vaca, 255). Y sabemos que el sueño es una muerte pequeña y un símil de la misma.

Se ha transmitido de Ibn ‘Abbás, que Allah esté complacido con él, que el Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, solía decir: “¡Oh Allah! A Ti me he sometido, en Ti he creído, en Ti me he confiado, a Ti me he vuelto y por Ti he disputado. Me refugio en Tu poderío -no hay dios sino Tú- de que me extravíes. Tú eres el Viviente que no muere, mientras que los genios y los hombres mueren”.

Dice Shaij Ibn ‘Aŷiba: “Aferrarse al nombre del Viviente es prolongar la vida del espíritu con el conocimiento, el saber y el amor completo diciendo: ¡Oh Viviente! Hazme vivir una vida buena y escánciame lo más dulce de la bebida de Tu amor”.

Adoptar su cualidad es que te ausentes de tu vida y de la vida de otro en la contemplación de Su vida y de Su qayyumiyya (Su cualidad de Qayyum). De hecho, podríamos decir que lo que los sufíes llaman faná fi-llah no es otra cosa que la verificación de Su nombre Al-Ḥay (el Viviente) a través de hacer prevalecer el recuerdo de Allah por encima del recuerdo de todo, incluido uno mismo, a la vez que lo que llaman baqá no es sino la verificación de Su nombre Al-Qayyum (Aquel por el que todo se mantiene).

Y hacerlo realidad en ti es que te afiances en la contemplación de Su vida, sola, hasta que seas con Él como el muerto en manos de quien lo lava. Y si haces realidad en ti esta cualidad, habrás dado vida a tu espíritu con Su vida y se mantendrá por Su qayyumiyya (la cualidad de Qayyum), de manera que todo el que se encuentre contigo se llenará de vida por tu vida.

En cuanto a Al-Qayyum es Aquel que se mantiene por Sí mismo sin necesidad de otro que Él y Aquel por el que se mantienen Sus criaturas. Pero caben en él otros significados afines, como el Permanente y el Continuo, además de Aquel que está pendiente de cada alma en lo que adquiere y la recompensa por sus acciones en virtud de Su conocimiento de ella sin que se le escape nada de ella.

El que sabe que Allah es Al-Qayyum, el que se ocupa de todos los asuntos de Su creación, confía en Él y olvida el recuerdo de todo en Su recuerdo y no contempla a otro que Él al contemplar Su qayyumiyya.

Dice el Shaij Ibn ‘Aŷiba: “Aferrarse a este nombre divino implica proveerse del conocimiento de Su cualidad de Qayyum hasta descansar de la fatiga de pretender controlar las cosas siendo suficiente Su qayyumiyya en toda cosa, sin disputa ni control.

Adoptar su cualidad consiste en asumir todo aquello de lo que somos responsables, como la familia, nosotros mismos, la riqueza y todo lo que está relacionado con nosotros.

Y hacerlo realidad en uno mismo es afianzarse en ello hasta asumir el universo entero. Dijo uno de los gnósticos: “Quien conoce a Allah, carga los cielos y las tierras sobre el párpado de su ojo”.

Dice Allah en Su libro: “Y no hay nada que no glorifique con Su alabanza. Sin embargo, no comprendéis su glorificación”. (Sura del Viaje Nocturno, 44). Y dice Shaij Abdul-Karim Al-Yili: “Toda cosa en la existencia glorifica al Real desde cada uno de Sus nombres, de manera que la glorificación de los seres existentes desde Su nombre el Viviente es su propia existencia por medio de Su vida”.

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